Empuñar un cuchillo contra una compañera. Escapar con una sonrisa torcida y dejar atrás a las demás, esposadas, atrapadas en la oscuridad de un camión que se hunde bajo el agua. Ese es el sello de Amparo “la Gallega” Vilches, el personaje con el que Ana Rujas (36) sacudió En el barro, el spin-off de El Marginal, y convirtió a La Quebrada en un campo minado de pasiones, traiciones y supervivencia. La madrileña llegó a Buenos Aires para encarnar a esta mujer salvaje que con sus ojos verdes y su pelo azabache se vuelve imposible de ignorar. Su belleza hipnótica, atravesada por la violencia del encierro, la convirtió en una de las caras más comentadas del momento.
Pero antes de ser “la Gallega” que desafía a todas, hubo otra historia. La de una chica que empezó peleando sus papeles en Madrid, escribiendo sus propios textos cuando no encontraba espacio, y creciendo hasta que el mundo la vio brillar. Una actriz que, en Cardo, se atrevió a narrar las heridas de toda una generación, y que ahora desembarcó en Argentina.
Formada en el prestigioso estudio de Juan Carlos Corazza, Ana arrancó antes de tener conciencia: series como HKM y 90-60-90 fueron sus primeros pasos. Pero fue en sus propios textos donde encontró una voz potente. La mujer más fea del mundo, obra que escribió y protagonizó junto a Bárbara Mestanza, no fue solo teatro: fue una declaración de existencia, una forma de gritar quién era cuando el mundo le decía otra cosa.
En ese recorrido, Ana admitió que más de una vez tuvo que decir que no. Rechazó trabajos que podían haberle dado visibilidad rápida, pero no la acercaban a la actriz que quería ser. Esa paciencia dio frutos: a los 25 años obtuvo su primer protagónico en cine con Diana, de Alejo Moreno, un papel que la empujó a la pantalla grande y la alejó de los encasillamientos
Un camino firme y sin atajos

Otro de los caminos que eligió para afirmarse fue el de la escritura y la gestión de sus propios proyectos. Allí encontró no solo libertad, sino también la posibilidad de moldear un discurso propio. Y mientras trazaba su sendero hacia la dirección, Ana confesó que tiene como referente cercano a Dolores Fonzi y a su ópera prima Blondi. Ese espejo le confirmó que hay historias que solo pueden contarse desde adentro, con la crudeza de quien las vive y la valentía de poner el cuerpo para narrarlas.
Entre 2021 y 2023, llegó Cardo, una serie dolorosamente honesta que retrata la precariedad emocional de una generación. Ana no solo actúa: crea, construye y se expone. Esa misma energía la llevó a ganar dos Premios Feroz (como mejor actriz protagonista y mejor serie dramática) y el prestigioso Premio Ondas. Con Cardo, redefinió lo que una actriz y autora podía ser en la España contemporánea.
Y si el público exigía otra transformación en el universo audiovisual. La Mesías, producción de Los Javis, la colocó como una protagonista implacable, dispuesta a explorar los recovecos más oscuros del deseo, el destino y las influencias que, a veces, rozan lo divino. Su interpretación fue tan intensa que le valió nominaciones en los Premios Feroz, Forqué, Fotogramas de Plata y la Unión de Actores. Fue esa esencia la que captaron los productores de En el barro: una villana que, sin serlo del todo, revoluciona el penal femenino más salvaje jamás visto en pantalla.
“La Gallega”: una tempestad española en La Quebrada

Cuando Sebastián Ortega y su equipo buscaban a la “Gallega” de En el barro, Ana Rujas ni siquiera estaba en sus planes. Cinco días antes, un proyecto importante para ella se había desarmado. Y ahí, casi por destino, llegó la oferta: ser Amparo Vilches, la española que desata el caos en esa cárcel de mujeres. Así, en un clic, sus valijas se encaminaron rumbo a Buenos Aires.
Amparo es una interna de clase alta que, atrapada con su novio criminal, termina detenida tras una serie de asaltos. En ese encierro, descubre la brutal geografía del poder, la violencia y la supervivencia. Ella llega queriendo mandar: rebelde, pasional, implacable, pero también dispuesta a mostrarles a sus compañeras la fuerza que surge cuando lo oscuro se encarna con verdad.
La serie se estrenó el 14 de agosto de 2025 en Netflix y ya lidera los rankings globales, coronando la imperiosa llegada de Ana al entorno carcelario argentino. El spin-off de El Marginal se impond como una historia nueva, femenina, sucia y electrizante, donde ella, “la Gallega”, es una tormenta que no acepta órdenes.
De Carabanchel a La Quebrada: el florecimiento imparable de Ana Rujas como actriz, autora y futura directora

Más allá del barro y los barrotes, Ana camina firme hacia otros horizontes. Fue parte del filme 8, de Julio Medem, y de La buena letra, basada en una novela de Rafael Chirbes. Además, está escribiendo su primera película como directora, inspirada en El desencanto (1975), junto a Ariadne Serrano. La intuición sigue siendo su bandera: la que le ha salvado la vida, en escena y fuera de ella.
Ana Rujas es ese tipo de mujer a la que el arte la descubrió primero y el mundo la atrapó después. Desde Carabanchel hasta La Quebrada, tejió su historia con palabras que son piel. No es solo la villana más seductora de Netflix: es la poeta que actúa, la escritora que forma parte del juego y la directora que empieza a asomar. La intuición es su brújula, la rabia su motor y la autenticidad su estilo.
La historia de Ana es la de una artista que se animó a tallar su destino con sus propias manos. En cada paso hay una mezcla de coraje y vulnerabilidad, de riesgo y entrega. Esa contradicción es, quizá, la que la vuelve tan magnética: no busca ser perfecta, sino verdadera.