«Hace más de cuatro meses que abrimos el restaurante y desde que abrió, más de quince mil personas ya probaron nuestros platos. La verdad es que para mí poder cumplir este sueño es realmente increíble. Todavía, cada tanto, me pellizco y digo ‘che, ¿será verdad esto?'», nos confiesa Karina Gao (41) refiriéndose a GĀO, el restaurante que cocinó a fuego lento en su mente y que este 2025 es una sabrosa realidad.

El espacio
La sala abraza un espíritu de mercado: colores cálidos, gráfica amable y guiños a la biografía de su dueña -como una Torre Eiffel plasmada en la pared en referencia a Dominique Croce, su marido francés- forman parte del restaurante que se encuentra ubicado en Cazadores 1911, a pasos del Barrio Chino pero fuera del epicentro turístico.

Tiene dos plantas y terraza, y suma cerca de 100 cubiertos (o palitos, si se quiere ser más preciso).
Algo que llama la atención de los comensales es que en cada mesa hay una hoja de comanda para marcar los platos como si fuera un juego de mercado. Después de que uno los completa, uno de los miembros del equipo de Kari retira la planilla y marcha el pedido. Así, de una forma distinta y alegre, comienza una experiencia gastronómica distinta.


Su restaurante la acerca a su gran comunidad
Con más de un millón y medio de seguidores entre las cuentas de Instagram @monpetitglouton y @karinagao, la cocinera no duda en hablar de su comunidad o, como ella los llama, «sus amichis». Sobre ellos y su relación con GĀO, esto nos contó:
«Hasta el día de hoy cada vez que entro a GĀO, que voy bastante seguido, siento que estoy entrando a mi casa, y lo más increíble es que me encuentro con mis amigos virtuales, es decir, con mis amichis de la comunidad, ¡y eso es maravilloso! Día a día, entro, me saludan, yo los saludo, y es como una concreción del mundo virtual hacia el mundo real. De hecho, algunos de ellos me siguen desde hace diez años y recién ahora pueden probar lo que hago».

«Como el edificio en el que está el restaurante es una casa, la gente realmente siente que que vino a mi casa. Y yo siento eso también, que estoy abriendo la puerta de mi casa, que estoy compartiendo. De hecho, este jueves (el 21 de agosto) cumplí años y vinieron cinco amichis que cumplían años y fue maravilloso porque casi que festejamos todos juntos de la manera más alegre».
Lo que vas a encontrar en la carta (y cuánto sale)
La carta recorre clásicos de distintas regiones chinas, señalados con iconitos que indican platos veganos, picantes, sin TACC y con arroz al estilo chino.
Entradas
- Albóndigas perladas (Zhēnzhū wánzi): de cerdo y langostinos, con ese brillo que enamora. $13.800
- Raviolitos rellenos de cerdo a la plancha (Jiǎn jiǎo): dorados y jugosos. $11.800
- Ensalada de pepino marinado (Liángbàn huángguā): fresca, crujiente, ideal para balancear los salteados. $6.500
- Arrolladito primavera al vapor (Chūnjuǎn): sale tal cual como lo suelen comer los chinos. $10.800
- Bondiola laqueada con miel (Mizhī chāshāo): una especialidad que combina dulzor y umami con técnica precisa. $9.800
- Ensalada de pollo especiado (Jīsī huángguā): viene con pepino y maní. $8.800
- Bao de bondiola estofada (Táishì yìbāo): recién salidos del vapor. $13.800
- Bao de girgolas fritas (Táishì sùyìbāo): Una combinación explosiva de texturas y sabores. $14.800
- Pollo crocante (Xiánsūjī). $12.800

Proteínas (incluyen una porción de arroz blanco al estilo chino)
- Pollo a los 3 aromas (Sān bēi jī): sello de la carta. $21.800.
- Cerdo agridulce (Táng cù lǐjǐ): ese clásico que acá llega balanceado, sin excesos. $18.800
- Carré con salsa imperial (Jīngjiàng ròusī): dulce, intenso, todo lo que es comer como un Rey. $20.800
- Pescado agridulce (Tángcù yú): con ese equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido. $26.800
- Baby ribs caramelizados: golosos, bien glaseados. $22.800.
- Ternera salteada con verduras (Háoyóu niúròu): la salsa de ostras une todo con sabor profundo e irresistible. $21.800
- Pollo al Gongbao (Gōngbǎo jīdīng). $20.800.
- Mariscos al Gongbao (Gōngbǎo hǎixiān). $27.800
- Cerdo salteado con salsa picante (Yúxiāng ròusī): especiado y sabroso. $20.800.
- Vegan Mapo Tofu (Sù mápódòufu): con el picor justo y todo el umami. $18.000.

Veggies con carácter.
- Cazuela de berenjenas (Yúxiāng qiézi bāo) $12.800 y coliflor agridulce (Tángcù huācài) $14.800 son dos de los más pedidos; también hay chauchas salteadas con sabores intensos (Gānchǎo dòujiǎo) $11.800 y verduras salteadas (Chǎo shísūcài) $18.800.
Hidratos para mezclar y compartir
- Arroz blanco estilo chino (Bái mǐfàn). $3.800.
- Arroz salteado vegetariano (Sù chǎofàn). $17.800
- Fideos con salsa de maní (Bànmiàn): el plato de la infancia de Kari. $14.800.
- Fideos con estofado de cerdo (Zhajiang miàn). $19.800.
- Fideos salteados con ternera (Niúròu chǎomiàn). $20.800.
- Ramen con ternera estofada (Hóngshāo niúròu miàn): sabroso y reconfortante. $24.800.


Dulce final con identidad
- Tiramisú de matcha, crème brûlée de sésamo, helado chino y la “bolsita de la fortuna” son las opciones de la carta dulce que es corta y contundente. Los tres primeros postres salen $11.800 y el último $12.800.

La infancia de Karina Gao está representada en el logo de GĀO
El logo -rojo por la bandera china y celeste por su corazón argentino- refleja las múltiples madrugadas viajando al mercado con su papá.

¿Qué dijo él cuando lo vio? Esto nos contó Karina: «Mi papá volvió de China justo unos días después de la apertura del restaurante y para mí fue muy emocionante el momento en el que descubrió el logo y comió en el local recordando cuando él me llevaba al mercado. Yo tendría unos cinco o seis años, era chiquita, y creo que lo lleve de vuelta a ese momento. Si bien es un papá chino que no se expresa demasiado, yo vi el orgullo en sus ojos».