Cuando la policía interceptó el viernes el vehículo que conducía en las calles de Nordelta Emmanuel Kovalivker, uno de los dueños de la droguería Suizo Argentina S.A., encontró en su interior unos 266.000 dólares distribuidos en distintos sobres. Los mismos tenían anotaciones, pero según indagó Clarín, lo que se puede leer en esos papeles son cifras, y la Justicia no habría individualizado hasta ahora nombres propios escritos en ellos.
Durante los procedimientos ordenados por el fiscal federal Franco Picardi y que autorizó el juez federal Sebastián Casanello, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires secuestró documentación contable, soportes informáticos, teléfonos celulares, agendas personales y otros elementos que a criterio de los investigadores, “guardan relación” con el objeto procesal, que busca determinar si funcionarios del gobierno nacional cobraron sobornos por la compra de medicamentos a un grupo de droguerías que habrían actuado de manera coordinada para quedarse con el negocio.
Como contó Clarín, al momento de decidir abrir el expediente, la fiscalía entendió que “existe sospecha suficiente de la posible comisión de delitos emparentados a actos de corrupción”.
Para la fiscalía, esa presunta estructura de corrupción podría involucrar a dependencias de la Administración Pública Nacional, en este caso la Agencia Nacional de Discapacidad, pero también al sector privado, como la droguería Suizo Argentina.
¿Qué sospecha el fiscal Picardi? Que la posible estructura pretendía promover ciertos favores a dicha empresa para que comercialice medicamentos a cambio de sobornos.
Con la hipótesis investigativa delimitada se procedió a la realización de 16 allanamientos. Uno en particular llamó mucho la atención periodística y de los investigadores: Emmanuel Kovavliker circulaba en un auto en cuyo interior había más de 200.000 dólares.

Según pudo saber Clarín, se trata de dinero distribuido en siete sobres. Durante la tarde del viernes trascendió una cifra: en los allanamientos en Nordelta Barrio La Isla, lote 6, se secuestraron U$S 266.000 y $ 7.000.000, junto el teléfono celular y el pasaporte del empresario sospechado de participar en el circuito de presuntos sobornos.
Las anotaciones que esos siete sobres contenía eran “mayoritariamente números”, según pudo reconstruir este medio de fuentes judiciales. Es decir: indicaban, en principio, cantidades de dinero.
Lo primero será cotejar si esa anotación externa condice con los dólares que hay en el interior de cada sobre.
El paso siguiente tiene que ver con la trazabilidad de esos fondos: ¿Puede el empresario justificar esa tenencia en efectivo de dólares? ¿Ese dinero tenía algún destinatario/a en particular? ¿Buscaba huir con esos dólares en efectivo? Todo, aún, está planteado a modo de interrogantes.
No son los únicos números que están bajo estudio. En la sede de la Agencia Nacional de Discapacidad según detallaron fuentes allegadas al caso, se secuestraron seis solicitudes de gestión de pagos, que cuentan con 42 fojas y un documento referido a pagos a la empresa Suizo Argentina por $ 10.828.052.146.
El fiscal Picardi dio órdenes específicas sobre la documentación que buscaba tanto en la sede del organismo público como en las instalaciones de la droguería . En este último caso se retiró documentación, libros contables, libros IVA, resguardado todo en quince cajas.