Hace exactamente cinco décadas, un rockero de Nueva Jersey, hijo de un colectivero y una secretaria, lanzó el álbum que consagró una carrera que por entonces solo era de culto y que lo llevaría a la cima del rock mundial con sus canciones que hablaban de trabajadores de clase baja.
El 25 de agosto de 1975, Bruce Springsteen lanzó Born to Run, su obra cumbre, aún hoy reverenciada como un clásico indiscutido, con hits como Thunder Road, Tenth Avenue Freeze-out y el épico tema que dio título al disco.

Con apenas 25 años y bajo una presión inmensa por hacer canciones de éxito, Springsteen volcó en cada melodía su visión del sueño americano, describiendo a personajes comunes, de clase baja, que se sienten atrapados y fantasean con escapar hacia una vida mejor, con imágenes románticas de carreteras y viajes.
Según contó, imaginó las canciones transcurriendo durante un largo día y noche de verano, entre promesas incumplidas, frustraciones, rutas en penumbra y pasiones a flor de piel. Asuntos cotidianos, en definitiva, con reflexiones tan simples como profundas, que produjeron una identificación inmediata en el público.
El futuro del rock
Un año antes de la salida de Born to Run, el crítico de rock Jon Landau vio a Springsteen en vivo en el Harvard Square Theater de Nueva York. Quedó tan impactado que escribió «He visto el futuro del rock and roll, y su nombre es Bruce Springsteen».

Bruce había conocido a Landau en Boston un mes antes y se hicieron amigos, a tal punto que el periodista luego se convirtió en el coproductor del disco y su manager. Lo apoyó durante la realización de Born to Run, que encerraba la enorme presión de conseguir éxito o perder su contrato discográfico.
La grabación tardó catorce largos meses llenos de miedos y dudas. El tema principal, por ejemplo, les llevó seis meses de trabajo. Incluso semanas antes del lanzamiento, Springsteen atravesó una crisis creativa: escuchó el master final y le pareció demasiado pulido, carente de crudeza.

Frustrado y decepcionado con no haber podido plasmar los sonidos que tenía en su cabeza, lo tiró a la pileta y hasta sugirió descartar todo y publicar versiones en vivo de las canciones. Jon Landau lo convenció de seguir adelante. Luego le mandaron más opciones y finalmente en agosto hubo una que le gustó.
Éxito y legado
Publicado en agosto de 1975, el álbum alcanzó el puesto Nº 3 en el Billboard 200 y el tema Born to Run fue su primera entrada en el Hot 100, llegando al Nº 23

La campaña promocional fue colosal: el sello CBS invirtió unos 250 mil dólares, llevando al artista de gira por la Costa Este y organizando presentaciones de prensa, como la histórica actuación en el club The Bottom Line de Nueva York, que dejó en claro que Springsteen no era una propuesta prefabricada, sino una fuerza genuina del rock en estado puro.

Además, durante la grabación del disco se armó la famosa E Street Band que lo acompañó durante las siguientes décadas. La formación original incluía a Garry Tallent (bajo), Clarence Clemons (saxo), Danny Federici (teclados, acordeón), Steven «Little Stevie» Van Zandt (guitarra y voz), Roy Bittan (teclados) y Max Weinberg (batería)

El festejo de los 50 años
Desde su lanzamiento, Born to Run es considerado una obra fundamental del rock. En 2003, Rolling Stone lo ubicó en el puesto Nº 18 de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, mientras que en 2004 fue incluido en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso por su valor histórico y cultural

Para la gente de New Jersey, el tema homónimo se convirtió en “el himno no oficial de la juventud”, aunque en tono irónico: paradójicamente habla de huir del estado que lo vio nacer
Ahora, para conmemorar estos 50 años, el Bruce Springsteen Archives & Center for American Music (BSACAM) de la Monmouth University organiza un ciclo especial del 4 al 7 de septiembre: un simposio académico, conferencias, una exhibición de la icónica tapa del disco y material inédito filmado durante la producción.
Como si fuera poco, el músico acaba de liberar oficialmente una canción inédita de aquella época, Lonely Night in the Park, grabada durante las sesiones en el estudio Record Plant de Nueva York pero que luego quedó afuera del álbum.
El 50º aniversario no se celebra solo en Estados Unidos: en Peralejos de las Truchas, un pintoresco pueblo de Guadalajara que nombró a Springsteen hijo adoptivo, se rendirá homenaje con una edición especial de su festival anual centrada en Born to Run.

Además, el periodista Fernando Navarro participó del podcast Sofá Sonoro, que profundiza en la historia de este disco legendario.