Las dimensiones y los perfiles de uno y otro no tienen puntos de comparación, pero El Mayo Zambada y Diego Spagnuolo generan, en los círculos rojos políticos de México y Argentina, el mismo efecto al mismo tiempo: pánico a que prendan el ventilador.
El jefe del todopoderoso cartel de Sinaloa, que acaba de declararse culpable frente a un tribunal de Nueva York, y el extitular de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), que debió entregarle a la Justicia sus dispositivos electrónicos, son, al cabo, hombres bomba que en cualquier momento pueden estallar y producir un huracán radioactivo de alcance y capacidad destructiva impredecibles.
Zambada, de nombre completo Ismael Zambada García, es un hombre grande. A sus 77 años, decidió pasar en la cárcel lo que le quede de vida, con sentencia de cadena perpetua, la misma condena que purga desde 2019 Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, su socio en la organización criminal.
MAYO ZAMBADA
Ismael Zambada García, El Mayo. ¿Qué tiene que ver con Diego Spagnuolo?
En su declaración ante el juez Brian Cogan, El Mayo soltó una frase que corrió como escalofrío por el sistema de poder mexicano: “La organización que encabecé alentó la corrupción en mi país al pagar a policías, comandantes militares y políticos que nos permitieron operar libremente”.
“No va a hablar de nadie”, juró su abogado, Frank Pérez, y reforzó: «La información que tiene se queda con él”. No alcanzó. En México, nadie que tenga el traste sucio podrá dormir en paz.
Diego Spagnuolo, con pase VIP a la intimidad libertaria
Aunque, en comparación con el narco mexicano, es un personaje menor, prácticamente desconocido hasta la semana pasada, Spagnuolo cuenta con un frondoso book de selfies con las más encumbradas figuras del Gobierno, empezando por el presidente Javier Milei y El Jefe Karina Milei, que da cuenta del acceso privilegiado que tenía, como amigo (ahora ex) y abogado (ahora ex) del jefe de Estado, a la intimidad del poder libertario.
Karina Milei Diego Spagnuolo Javier Milei
Karina Milei, Diego Spagnuolo y Javier Milei.
Como reveló Letra P, Spagnuolo «ingresó 48 veces a la Casa Rosada el año pasado para ver, entre otras figuras, a la secretaria general de la Presidencia y al subsecretario de Gestión Institucional (Lule Menem). También, al propio Milei, lo cual no llama la atención», escribió Sebastián Iñurreta. El abogado devino mancha venenosa.
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Las audiencias de Diego Spagnuolo con Lule Menem que figuran en el registro oficial de Audiencias.
Este portal ya había informado que Spagnuolo era un asiduo visitante a la Quinta de Olivos: entre enero de 2024 y febrero de este año, la guardia de la residencia presidencial registró 41 entradas con su nombre en el libro de visitas, lo que lo convertía en la segunda persona con más asistencias para ver a Milei después de Iñaki Gutiérrez, excomunnity manager del Presidente.
Diego Spagnuolo sabe demasiado
Eso sugieren los audios que, cuando vieron la luz pública, el miércoles pasado, hicieron volar por el aire la previa de la doble fecha electoral del 7 de septiembre y el 26 de octubre.
Si decidiera salvar su pellejo entregando el de terceros, Spagnuolo no tendría el poder de daño del capo narco, que tiene en vilo a varias generaciones de almas poderosas en tierra azteca, pero eso no les importa al Gobierno y a sus eventuales socios privados en la presunta ingeniería de corrupción que, según surge de los audios, regía la compra de medicamentos por parte del Estado nacional.
Karina Milei – Ojito (NA)
Karina Milei.
«Tengo todos los chats con Karina (Milei)«, avisa Spagnuolo en uno de los mensajes que analiza el fiscal Franco Picardi, que, en una redada cinematográfica de 15 allanamientos ordenados el viernes por el juez Sebastián Casanello, se quedó con el teléfono celular y una computadora del entonces ya extitular de la ANDIS.
Diego Spagnuolo, una pesadilla para la Casa Rosada
«Si habla en la televisión se puede ir todo a la mierda», le dijeron fuentes del Gobierno a Pablo Lapuente, acreditado de Letra P en la Casa Rosada, donde la proyección de Spagnuolo convertido en «arrepentido» mantiene en estado de vigilia a la administración que prometió una revolución moral y se asoma al abismo de transformarse en carne de una nueva frustración colectiva.
«¿Hizo bien Milei en soltarle la mano al titular de la ANDIS? ¿Conseguirá persuadirlo para que tolere en soledad años de lupa judicial o lo habrá convertido en una suerte de hombre bomba?», se preguntó Marcelo Falak apenas estalló el escándalo.
Al lado de El Mayo, Spagnuolo parece Pulgarcito, pero es dinamita pura: su poder de daño tiene a todo el Gobierno agarrándose los pantalones.