17.9 C
Buenos Aires
miércoles, agosto 27, 2025

Fernando Bravo, el caballero de la radio: nunca un insulto y el retiro a la vuelta de la esquina

Más Noticias

Estamos hablando de que Andrés Calamaro es bastante partidario de las entrevistas vía mail porque, según dice, piensa mejor por escrito. Fernando Bravo arquea las cejas y pone cara de ajá: “Yo pienso mejor radialmente porque soy de hablar poco y encima tengo poder de síntesis. Mi mujer me hace una pregunta y yo le contesto en una baldosa. Crecimos en una época de hablar lo justo. Después, acompañamos con la cabeza, hacemos un gesto para que la otra persona crea que le estamos prestando atención, pero a los tres minutos ya estamos en otra».

No da la impresión de que pronto vaya a necesitar ayuda para cruzar la calle. Fernando Bravo es de esa gente grande que va quitándole épica a los centenarios. Te guste o no te guste, todo el mundo coincide en un valor inalterable: «un señor con todas las letras». Unánime. ¿Por qué se le notará tanto? ¿Es algo exclusivamente suyo o estamos rodeados de un statu quo guarango que provoca en él cierta y conmovedora beatitud?

Dice odiar el insulto. Lo dice con la comprensible gestualidad de un señor con 60 años de experiencia en micrófonos. Cuando se habla de esto, increíblemente, todos los caminos conducen a Javier Milei.

-Como si el Presidente hubiera eclipsado al mismísimo Jorge Corona, ¿no?

-Un día yo dije al aire la palabra «boludo», hace poco, y me llamaron los oyentes. Vivimos en un país raro donde el Presidente ha tenido que decir que no va a insultar más. En los medios de comunicación ahora cualquier conductor dice “chupame las bolas” “anda a la puta madre que te parió”. En los streamings se habla con un idioma totalmente descarado. A lo mejor están convencidos de que así logran otra fuerza, otro convencimiento. La cosa es que en un momento se me escapó al aire la palabra «boludo» y me saltaron a la yugular los propios oyentes.

«No, esa boludez no. Conmigo nunca nadie habló en lenguaje inclusivo», dice.

-Ni eso te permitís.

-Ni eso, digo dolubo, a eso me animo. Al «hijo de puta», no. José Luis Espert dijo que Cristina era una «hija de puta» y mucha gente se levantó y se fue de una charla que estaba dando. Se estremecieron todos. Creo que yo hice ese comentario y, de rebote, se me escapó un “boludo”. Pero mi comportamiento radial no incluye el insulto. Puedo decir hijoe… a buen entendedor. Si a vos te gusta la pornografía, anda a un kiosco, comprate la revista más porno, te las llevás a tu casa y vas a encontrar pija, verga, chota, paja, lo que quieras. Es una revista específica. Pero en la radio, si vos decís «andá a la concha de tu madre» no da porque no sabés adonde llegás. Te pueden escuchar en Japón. Es un medio mucho más abarcativo de lo imaginable. Va un señor en el auto con su hijo y me escucha decir «la concha de tu madre” y estoy viendo al pibe preguntándole al padre qué quiere decir eso.

A propósito de esto dice que cuando «desenfucha» va al teatro y que, por el título, tuvo bastante resistencia a Una Navidad de mierda. Bravo es ante todo una presencia nunca imperdonable.

El lenguaje inclusivo

-¿Y lenguaje inclusivo se habló en tu programa?

-No, no, esa boludez no. Conmigo nunca nadie habló en lenguaje inclusivo. He tenido gente que defendió posturas feministas muy arraigadas y yo tolero todas las opiniones. Tema aborto. Hemos peleado al aire con compañeros míos que han defendido esa posibilidad. Cambiamos expresiones civilizadamente. No es mi programa: yo conduzco un equipo de trabajo con gente que tiene absoluta libertad de expresión. Soy de los que creen que lo peor que nos puede pasar es tener una opinión única para todo.

«Ahora estoy en Mitre porque se abrió un hueco en la programación. A lo mejor si Diego Leuco no se iba, yo estaría sin laburo».

-Viviste periodísticamente muchas Argentinas. ¿Cuál te pareció más interesante?

-Desde el punto de vista institucional, la de Alfonsín. La consolidación democrática más sólida. Alfonsín le genera al país una piedra refundacional muy fuerte con el Juicio a las Juntas. Es un antes y un después. Mi crecimiento profesional puede tener que ver con esa época. Yo cuando hacía Alta tensión no estaba para hacer algo periodístico. Soñaba ser locutor, pasar avisos y hacer programas de música. Después, la carrera te va incentivando de otra manera.

-Con «Alta tensión» eras como el Bebe Contepomi de los ’70…

-Sí, pero no tan ilustrado como el Bebe, que realmente sabe. Yo sé de mucho y no sé de nada, pero tengo una gran confianza con los intérpretes. A los cantantes les di mucha bola y soy amigo prácticamente de todos. La música fue un instrumento para construir mi forma de pensar.

Una tapa de disco de Una tapa de disco de «Alta tensión», con Bravo y Rubén Mattos.

-¿Amigo de quiénes?

-Jairo, Palito Ortega. Del exterior he tenido trato con Serrat. Tengo o he tenido una enorme confianza con Serrat. Venía a mi programa, me llamaba para salir al aire, hablamos por teléfono, fuimos a comer.

El amigo de Django y de Serrat

-¿Cómo se hace para vincularse con una figura sin quedar cholulo?

-Creo que esas relaciones las manejan más los otros que uno. De Django soy muy amigo, muy conocido, lo entrevisté como 20 veces. De pronto viene a país y le decís, «che, vamos a comer esta noche».

Junto a Jorge Porta y Jorge Fernández Díaz en el homenaje a Radio Mitre por sus cien años, en los Marín Fierro.Junto a Jorge Porta y Jorge Fernández Díaz en el homenaje a Radio Mitre por sus cien años, en los Marín Fierro.

-Te interesa ir más allá del artista…

-Eso es muy atractivo, sí, primero y principal porque te quedás con un aparte importante. Sabés quién es y cómo piensa Serrat por su canciones, pero en el otro aspecto uno tiene la posibilidad de conocerlo. Con Serrat estuve charlando animadamente con una copa de vino y un bife. Eso es otra cosa.

-¿Un Serrat inesperado?

-Uno más divertido, menos reservado. Serrat es un tipo de perfil bajo que se ha cuidado mucho, pero en un asado es un tipo… comiendo un asado. Pero te decía: después de Radio Del Plata me fui volcando a la televisión y después regresé a la radio ya con Alfredo Leuco.

Bravo dice que no conoce la palabra Bravo dice que no conoce la palabra «estrés». Foto Juano Tesone

-Te gusta recorrer tu curriculum.

-Sí, reviso y veo que tomé buenas decisiones siempre. Uno no siempre puede trabajar donde quiere. Yo ahora estoy en Mitre porque se abrió un hueco en la programación. Se fue Diego Leuco y yo me estaba yendo de Continental y se dio la posibilidad de que me llamaran. A lo mejor si Diego no se iba, yo estaría sin laburo.

Hiperactivo a los 81

-¿Te imaginabas a los 80 años tan activo?

-No, yo miro hasta donde me dan las luces altas. Siempre construí mi carrera en función de las posibilidades que voy teniendo. Yo fantaseaba diciendo: a los 70 me retiro. No te olvides que muchos locutores, por ejemplo Cacho Fontana, decidieron sus retiros. Cacho lo decidió. Larrea lo decidió. Cacho estaba en el esplendor en Radio Rivadavia con el Fontana Show y decide colgar todo. Sé que estuvo muy arrepentido. En los últimos años buscaba ofertas de laburo. Necesitaba. El Fontana Show marcó un quiebre en su carrera. Era muy fuerte como programa y después de eso, él no construyó nada parecido. Podía haber seguido como hizo Antonio Carrizo con La vida y el canto, que siguió hasta que quiso. El laburo, éste o cualquiera, ordena mucho la vida.

De niño, junto al aparato de radio que aún conserva en San Pedro.De niño, junto al aparato de radio que aún conserva en San Pedro.

-O sea que vos no te vas a retirar. En todo caso, te retirarán.

-No, no, yo sé que estoy en los tramos finales de mi carrera. Tengo 81 años y sé que en algún momento la voz no me va a dar, no voy a tener la lucidez, las ganas. Todo eso me puede llegar a pasar. Hoy por hoy sé que el tiempo me pasa. Lo tengo en la cabeza, pero si estoy bien voy a seguir porque es parte de mi vida. Soy feliz, disfruto, tengo ganas de seguir luchando, peleando, dándole un servicio a la gente.

-¿Cómo decidís quemar los últimos cartuchos?

-Creo que voy a terminar mi carrera en Radio Mitre. Estoy poniéndole un moño.

«Hace cuarentipico de años que hago el laburo de una misma manera. No sé hacerlo de otra». Foto Juano Tesone

-¿Ya nadie espera la perspectiva de las «dos campanas» en el periodismo, no?

-Yo creo que el periodismo tiene que caminar por el medio y poner la mayor objetividad que se pueda lograr. Debe medir con la misma vara a todos. Eso es fundamental. No se puede: se debe. Hay que ser crítico de las cosas que a uno le parecen que están mal.

Además de las cronologías, a Fernando le gustan las entrevistas en lugares donde se escuchen pajaritos y, en lo posible, se vean campos de golf. Dice que no conoce la palabra «estrés» y respira como en un aviso de Glade. Llegó a Mitre este año con parte de un equipo propio, y le pidió a los colegas que se sumaran, que por favor modificaran un poco el estilo. Bravo nos explica que la radio es «efímera» y que no se puede anticipar un tema que va a ocurrir dentro de una hora. La radio, dice, no es igual a la tapa de un diario.

Hombre de radio de la primera hora, Hombre de radio de la primera hora, «la música es un recurso muy útil para mí», dice. Foto Martín Bonetto

-Te permitís una cortina que parece de Carlitos Balá, suena un tanto bizarra…

-¿La cortina de mi programa, decís? Bueno, pero esa cortina me acompaña hace 50 años. Es mi ADN radial. Cuando llegué a Mitre yo les dije a los chicos que venían de otro programa anterior, y que se iban a sumar: “Miren, hace cuarentipico de años que hago el laburo de una misma manera. No sé hacerla de otra. Ustedes van a tener que incorporarse a la mecánica que yo voy a establecer. Los quiero llevar de un modo a otro modo».

-Poneme un ejemplo.

-El tema Milei y la votación en el Congreso no se puede presentar a las cinco de la tarde si lo vas a desarrollar a las 7. El oyente promedio está una hora y media, dos horas, no más. Es lo que se llama «permanencia de escucha». Hay que ir de a poco. Lo que se anuncia hay que hacerlo de inmediato, a los dos minutos. Y después, sí, ir salpicando. Hay que hacer un zapping de temas para que la gente no haga un zapping de radio.

Dijiste: «Hace cuarentipico de años que hago el laburo de una misma manera…».

-Me fue bien así, por eso me llaman. Hay una radio que ya pasó, pero quiero que se entienda esto: yo ya no llevo los discos que quería que se pasaran al aire, porque eso no hace falta. Pero sigo eligiendo la lista de temas o pido que me busquen determinada canción. La música me sirve para editorializar. El otro día se plantea el tema de la película de Francella y mi cronista de cine, que es un genio, dice que la película muestra las distintas facetas de alguien que vive en una ciudad como ésta. Habla del porteño, no del tipo que vive en Jujuy o en la Patagonia. Ahí me acordé de Eladia Blázquez y una canción suya que se llama Somos como somos. Esa es la radiografía musical de la Argentina. La puse al aire. La música es un recurso muy útil para mí.

-Julio Lagos nos dijo que la cultura del streaming y las cámaras quitan la famosa “magia de la radio».

-Pero eso no es televisión. Son cámaras mostrando la actividad de la radio. Es verdad, le quita algo de encanto. Si hubiera habido cámaras, Fernando Peña no habría existido: hacía ocho personajes al mismo tiempo y la fantasía era que el estudio estaba lleno de gente. Yo pido cada tanto que me apaguen las cámaras del estudio. Necesito comer un sánguche tranquilo.

POS

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Gobierno evalúa no transmitir el Mundial 2026 por la TV Pública

El Gobierno nacional está evaluando la posibilidad de no adquirir los derechos televisivos para transmitir el Mundial de la...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img