
Foto: Leonardo Mainé/El País
El escaso margen para aumentar el gasto y atender las áreas prioritarias del Estado fue la tónica que marcó la discusión interna del gobierno de Yamandú Orsi dirigida a darle forma desde hace meses —en un proceso que siempre es largo y complejo— al Presupuesto Quinquenal, cuyo proyecto y principales lineamientos serán presentados este jueves de mañana en el piso 11 de la Torre Ejecutiva a todo el gabinete.
El espacio para aumentar el gasto ya está definido por el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, y forma parte de las conversaciones cotidianas en el oficialismo: US$ 140 millones. No más que eso, pese a que muchos ministros insistieron en sus necesidades de aumento de recursos, algo que por otra parte suele ocurrir en todos los períodos.
Para ordenar el debate, y contemplar todas las aspiraciones, en los últimos días Orsi se dedicó a entablar un diálogo personal y directo con todos sus secretarios de Estado, lo que terminó «alineando a la barra» en el gabinete, dijeron a El País fuentes de Presidencia, que entienden que si en algún momento hubo ministros molestos por la escasez presupuestal, la habilidad del primer mandatario de resolver los problemas con «pico a pico y redondilla» —bromeó un integrante del gobierno— terminó echando por tierra los potenciales inconvenientes —o al menos hasta el momento.
Asimismo, y como será el último Consejo de Ministros antes de que el Ejecutivo envíe la iniciativa al Parlamento —lo que ocurrirá este domingo, al filo del vencimiento del plazo constitucional, pese a que en la Torre Ejecutiva estaba la aspiración de enviar el proyecto con algunos días más de antelación y tener así mayor margen de negociación— , se espera que tanto Orsi como el ministro de Economía den un mensaje político, consignando los principales lineamientos del proyecto.
Algo similar sucederá el sábado, en la residencia de Suárez y Reyes, cuando el presidente reciba a la bancada del Frente Amplio.
El Presupuesto que se espera
Desde prácticamente el arranque de la gestión, el gobierno ha estado enviando señales varias en relación a qué estado de situación heredó del gobierno de Luis Lacalle Pou. Y no se ha podido ser más crítico. Uno de los voceros en este sentido, el prosecretario de Presidencia, Jorge Díaz, no se ha cansado de repetir que esta administración recibió “el peor déficit fiscal” de la historia.
Por eso, una de las características esenciales del proyecto que el gobierno ya tiene prácticamente terminado es la austeridad. Será una ley “austera”, sintetizó a El País un integrante del gobierno.
Esto no quiere decir que los US$ 140 millones de incremento de gasto no se destinen par reforzar ciertos rubros esenciales. De hecho, el 40% de ese monto se usará para atender a los “sectores más vulnerables”; es decir, áreas como la social o la salud serán especialmente contempladas, y de manera particular cuando se involucra la primera infancia —un tema prioritario para esta gestión
Pero, a su vez, también recibirá un refuerzo relevante el Ministerio del Interior, que buscará, a partir del año que viene, aumentar el personal policial con el llenado de vacantes o directamente con ingreso de nuevos funcionarios —algo que, por otra parte, es una promesa de campaña del presidente Orsi—, algunos de los cuales tendrán como destino el Instituto Nacional de Rehabilitación.
Como segundo rasgo constitutivo de la iniciativa están los cambios impositivos que tendrán como foco que «que paguen más los que tienen más y menos lo que tienen menos», sostienen por estas horas en la Torre Ejecutiva, «siguiendo la misma filosofía tributaria» que ha defendido el Frente Amplio en sus gobiernos.
Algunas de estas modificaciones ya fueron referidas por Oddone en los últimos días, al hablar, entre otras cosas, del objetivo e¡de gravar las ganancias de capital de las inversiones que los uruguayos tienen en el exterior, lo que implicaría una «corrección de naturaleza técnica respecto a los cambios que se hicieron en 2011». Lo que se procura con esto es que se introduzcan «condiciones de equidad entre lo que son ganancias de capital que tienen lugar en territorio nacional y ganancias de capital que tienen lugar en el exterior».
Y en linea con esto último el gobierno también buscará «proteger al comercio nacional por el efecto Temu», sobre lo que han reclamado los empresarios nacionales, razón por la cual, ya en este proyecto, el Ejecutivo propondrá al Parlamento gravar con IVA las compras que se hagan en el exterior a través de Internet, adelantaron los informantes.