México trata de evitar los aranceles a mercancías pequeñas que entran en vigor este viernes

- María García Carrión
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México ha decidido suspender de manera temporal los envíos postales y de paquetería a Estados Unidos para evitar los aranceles a mercancías pequeñas que se empezarán a aplicar a partir de este viernes, 29 de agosto. «Correos de México suspenderá de manera temporal los envíos postales y de paquetería a Estados Unidos a partir del 27 de agosto de 2025, en tanto se definen los nuevos procesos operativos», especifican la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Servicio Postal Mexicano en un comunicado conjunto.
Así, el país sigue el camino de otros países como Alemania, Australia o Japón, hasta que se definan «los nuevos procesos operativos». Mientras tanto, el país latinoamericano ha afirmado que continúa el diálogo con autoridades estadounidenses y con los organismos postales internacionales para fijar unos mecanismos y sistemas que permitan reanudar los servicios «de manera ordenada».
La Casa Blanca suspendió el ingreso libre de impuestos para paquetes con mercancías con un valor inferior a 800 dólares (685 euros), una exención conocida como de minimis que impacta de forma notable a compañías chinas como Shein o Temu.
Con la eliminación de esta exención, los envíos realizados a Estados Unidos serán sometidos a las mismas tasas aduaneras aplicadas a otros productos en función de los países de origen. De esta forma, los productos que procedan de los países de la Unión Europea se enfrentarán a un arancel del 15% y aquellos con origen de India a un 50%.
Los aranceles a México
En el momento más candente de la guerra comercial iniciada por EEUU, el presidente Donald Trump exigía a México que impusiera aranceles a las importaciones de China si quería evitar los gravámenes que Estados Unidos planeaba, por el momento, aplicar a productos mexicanos en marzo.
Ante la amenaza, la presidenta de México respondía en un comunicado que estudiaría la posibilidad de imponer aranceles a los productos chinos, con la intención de proteger las empresas mexicanas y «en defensa de los intereses de México», pero aseguraba que no pensaba ceder «ante las exigencias del ejecutivo norteamericano», que interpretó como una «intención injerencista» en su país.