La obra, realizada en hormigón armado y con barandas metálicas de seguridad, reemplazó a la vieja estructura, la cual presentaba serios daños y riesgos para los vecinos.
Con la colocación de las barandas metálicas y la finalización de los últimos detalles, quedó habilitado el nuevo puente peatonal que conecta a los barrios Don Pablo y Molinari.
El puente, construido íntegramente en hormigón armado, cuenta ahora con barandas metálicas en ambos lados, que evitan caídas accidentales al arroyo y brindan mayor estabilidad al momento de cruzar para niños, personas mayores o quienes se desplazan con carritos, bicicletas o bolsos.
La nueva estructura tiene una longitud de 5 metros, un ancho de 1,70 metros y una altura de 2 metros, y está emplazado sobre la Cañada de Gómez, la cual sirve para desagotar toda el agua de lluvia que cae en la zona oeste, incluido el acceso de calle Urquiza.
El viejo puente peatonal había sido construido sobre cuatro caños de hormigón armado de 1.000 milímetros de diámetros, que habían sido erosionados por el agua a lo largo de los años, presentaban socavaciones en varios sectores.
