La maana del sbado pareca tranquila en la Quebrada de Escoipe, Chicoana. Un grupo de estudiantes y docentes de Geologa de la Universidad Nacional de Salta realizaba una salida de campo cuando, cerca de las 9.30, una lluvia de diminutas partculas cay repentinamente sobre sus vehculos y destroz los parabrisas.
En un primer momento, pensaron en una pedrada. La camioneta ms afectada fue una Renault Duster conducida por Federico Walter San Juan, cuyo parabrisas qued astillado en segundos. Sin embargo, tras analizar el material recolectado, descubrieron que no se trataba de piedras de la banquina ni restos arrastrados por el viento, sino de micrometeoritos: fragmentos de polvo csmico que recorren millones de kilmetros antes de tocar la Tierra.
«Es algo cotidiano que caigan partculas del espacio sobre el planeta. Lo extraordinario es poder ser testigos de un evento as«, explic a El Tribuno el doctor en Geologa Ricardo Alonso, quien confirm que se trata del primer caso de este tipo documentado en Salta.
Aunque los objetos que caen del espacio no son raros -algunos se desintegran como estrellas fugaces, otros generan crteres y los ms pequeos llegan como polvo csmico-, lo sorprendente en este caso fue presenciar el fenmeno en vivo.
«Fue todo muy rpido, como si nos tiraran una rfaga de piedritas invisibles«, contaron los estudiantes. El parabrisas del vehculo en el que viajaba Alonso tambin result agrietado.
Un hecho comparable a otros registros
Especialistas sealaron similitudes con el clebre caso de Peekskill, en Estados Unidos, donde un meteorito aplast la parte trasera de un automvil, hoy considerado pieza de coleccin. Tambin recomendaron extraer los fragmentos incrustados en los vidrios para analizarlos en laboratorio.
Antecedentes en Salta
El episodio record a la cada meterica registrada el 17 de agosto de 1995 en Incamayo, cuando un fragmento del tamao de una pelota impact a pocos metros de una vivienda rural, provocando un crter y una fuerte onda expansiva que atemoriz a la poblacin.
«> Imagen ilustrativa.
Polvo estelar en el da a da
Segn Ricardo Alonso, cada da caen decenas de toneladas de polvo meteortico sobre la Tierra, aunque la mayor parte termina en los ocanos. Investigadores argentinos, como Maximiliano Rocca, llevan dcadas recolectando micrometeoritos en el agua de lluvia con simples imanes, hallando incluso partculas vinculadas al paso del cometa Halley.
Ciencia en primera persona
Ms all del susto y los daos materiales, los protagonistas vivieron una experiencia educativa irrepetible. «No es lo mismo leer en un libro que cada da caen partculas del espacio, que ver cmo una de ellas rompe tu parabrisas«, resumi un docente.
Lo ocurrido en Chicoana ya qued registrado como un hecho cientfico nico en la provincia, un recordatorio de que, aunque vivamos de espaldas al cielo, el universo siempre se hace sentir.