Elisane da Cruz Silva, una joven brasileña de 2,05 metros de altura, compartió su historia de amor y vida con su esposo, Francinaldo Da Silva Carvalho, quien mide 1,62 metros. La pareja contó los desafíos y prejuicios que enfrentan debido a la diferencia de altura, y cómo los superaron para construir una familia.
Elisane nació con gigantismo, una condición médica causada por un tumor en la glándula pituitaria que estimula el exceso de hormonas de crecimiento, lo que lleva a una altura anormal, rasgos agrandados y crecimiento acelerado. Ella supera con creces la estatura promedio de hombres y mujeres en Brasil, incluso es más alta que sus propios padres.
A pesar de las posibles dificultades para encontrar pareja debido a su estatura, las chispas volaron cuando conoció a Francinaldo hace ocho años en Salinópolis —un municipio del estado de Pará en la región Norte de Brasil—, cerca de su casa, donde ella trabajaba.
Según contó Francinaldo, se “enamoró” rápidamente. “Es alta, pero muy bonita, con una cara hermosa”, dijo en una entrevista con el medio Truly. Apenas dos años después de conocerse, la pareja se casó.

Su relación, sin embargo, enfrentó el prejuicio y la crítica tanto online como en el mundo real. “Cuando salimos en público, podemos ver a la gente mirándonos y sonriéndonos. Incluso si no dicen nada, se nota que nos están juzgando”, contó Francinaldo.
Elisane contó que el prejuicio de algunas personas solía ser “demasiado”, lo que le causó mucho sufrimiento y depresión. “Entonces, si dicen algo ahora, ya no presto atención. Simplemente los ignoro. No me gusta pensar en eso”, agregó Elisane.
La familia de Francinaldo también tuvo reparos iniciales, al considerar la relación “extraña” debido a la diferencia de altura. Dudaron de que el matrimonio funcionara, especialmente cuando se mudaron juntos. Sin embargo, sus opiniones cambiaron una vez que vieron la felicidad que se daban mutuamente.
De la adversidad al amor: cómo una pareja brasileña enfrenta los desafíos
El sueño de Elisane siempre fue ser madre. Lamentablemente, la pareja sufrió un aborto espontáneo de su primer embarazo, que eran gemelos, una pérdida que la dejó en “desesperación” y la hacía llorar sola para que nadie la viera.
Poco después, su tristeza se convirtió en alegría cuando quedaron embarazados de nuevo de su hijo, Angelo, quien ahora tiene tres años. Elisane describió el nacimiento de Angelo como el “momento más feliz” de su vida.
Debido a su estatura extrema, los médicos le habían advertido que quizás no podría tener un parto normal, pero, afortunadamente, todo salió bien cuando Angelo nació sin ningún problema, pesando 2,6 kilogramos.

Hoy, Elisane y Francinaldo disfrutan de una relación amorosa mientras construyen un futuro juntos con su hijo. Elisane insiste en que no están juntos solo por Angelo, sino porque “realmente se gustan” y aman a su familia.
Actualmente, Elisane tiene la aspiración de convertirse en modelo. Francinaldo la apoya plenamente y desea que ella tenga éxito en su carrera de modelaje para que puedan brindarle “un buen futuro” a su hijo y enviarlo a la escuela para que “siga su camino”.
“Para mí, lo más importante es que puedo enseñar a mi familia a estar siempre junta para que no pasemos tiempo discutiendo y también puedo brindar lo mejor a mi hijo y a mi esposa”, dijo Francinaldo.