En la historia de la música popular, abundan ejemplos de canciones que trascienden generaciones y se convierten en verdaderos himnos globales.
Temas que definen épocas, que se repiten hasta el cansancio en radios, playlists, karaokes y estadios, y que funcionan como banda sonora de la vida de millones de personas.
Pero, al mismo tiempo, esa sobreexposición puede transformarse en una pesada carga para quienes los interpretan, y la paradoja se vuelve evidente cuando los artistas que dieron vida a esos éxitos revelan que los detestan.
Y mientras las canciones siguen sonando en todo el mundo, los músicos quedan atrapados en una contradicción: haber creado algo que conquistó a millones, pero que ellos preferirían olvidar.
1. Kurt Cobain – “Smells Like Teen Spirit”
Kurt Cobain, líder de Nirvana, llegó a admitir su hartazgo con el tema que los catapultó a la fama.

“Apenas puedo tocar ‘Teen Spirit’. Literalmente quiero tirar la guitarra y salir del escenario”, dijo en una entrevista con People.
El éxito del sencillo fue inmediato y definió el espíritu grunge, consolidándose como uno de los himnos más grandes de los 90.
Sin embargo, para Cobain terminó siendo una jaula artística, pues temía que ese único tema eclipsara todo el legado creativo de Nirvana.
2. Liam Gallagher (Oasis) – “Wonderwall”
El cantante de Oasis nunca ocultó su disgusto. “Cada vez que tengo que cantarla me dan arcadas”, declaró Liam Gallagher, según NME.

Aunque es el tema más emblemático del britpop, el artista no soporta la sobrerrepresentación de Wonderwall en bodas, karaokes y radios.
El contraste es notorio: Wonderwall se convirtió en una de las canciones más reconocidas de los 90 y en un clásico atemporal.
Para Gallagher, sin embargo, la sobreexposición redujo la obra de Oasis a un solo éxito.
3. Radiohead – “Creep”
Thom Yorke se mostró especialmente crítico con Creep. Según Rolling Stone, durante años evitó interpretarla en conciertos y en ocasiones la llamó con desprecio “esa basura”.

El grupo siempre consideró que el hit los encasilló en una imagen demasiado limitada.
Paradójicamente, la canción fue la puerta de entrada al reconocimiento global de Radiohead.
Millones de reproducciones y covers confirman su legado, aunque la banda prefiera ser recordada por su faceta experimental.
4. Lorde – “Royals”
Lorde ha sido implacable con su debut mundial. “Suena horrible, como un ringtone de Nokia de 2006”, confesó sobre su hit, según The Guardian.

Aunque fue la canción que la hizo famosa a nivel global, hoy la considera un producto inmaduro.
El tema fue un fenómeno cultural y ganó múltiples premios, incluido el Grammy a Canción del Año.
A pesar de ello, la cantante neozelandesa asegura que no refleja su identidad artística actual.
5. Miley Cyrus – “Party in the U.S.A.”
Miley Cyrus nunca se sintió identificada con este himno pop de 2009, y en una entrevista, según People, confesó que “Si estoy en un lugar y la ponen, quiero salir corriendo”.

Para ella, el tema representa una etapa juvenil que ya no tiene nada que ver con su presente. Sin embargo, el público lo convirtió en un clásico moderno.
El sencillo alcanzó el top 10 del Billboard Hot 100 y se consolidó como una de las canciones pop más recordadas de los 2000.
6. Madonna – “Like a Virgin”
Aunque es uno de sus primeros grandes hits, Madonna ha expresado que desearía no volver a interpretarlo.

“Preferiría quedarme con mis grabaciones posteriores”, explicó la diva, según Entertainment Weekly. Junto con Material Girl, es uno de los temas que más arrepentimiento le genera.
El público, sin embargo, lo sigue considerando un clásico absoluto del pop de los 80. La canción definió su imagen inicial como la Reina del Pop, aunque Madonna se haya reinventado innumerables veces desde entonces.
7. Billy Joel – “We Didn’t Start the Fire”
Billy Joel considera que su hit de 1989 no es precisamente un orgullo. “La melodía es pobre y repetitiva”, admitió en una entrevista, según Billboard.

A pesar del ingenioso repaso histórico en su letra, el propio autor lo cataloga entre sus peores trabajos.
Aun así, el público lo adoptó como un himno narrativo. La canción encabezó las listas en Estados Unidos y se convirtió en uno de los temas más reconocidos de su repertorio.
8. Beastie Boys – “(You Gotta) Fight For Your Right (To Party!)”
Los Beastie Boys confesaron que su intención original fue satírica, pero el mensaje se perdió. Por eso, durante años se negaron a tocarla en vivo.

A pesar de su rechazo, el tema se transformó en un himno juvenil de los 80 y uno de los mayores éxitos comerciales del grupo. Irónicamente, encarna todo aquello que la banda quería parodiar.
9. Robert Plant (Led Zeppelin) – “Stairway to Heaven”
El vocalista de Led Zeppelin nunca estuvo cómodo con el peso de este himno. “Si tuviera que cantarla en cada show, me daría urticaria”, ironizó Plant, según People.

Aunque la canción es considerada una obra maestra, para él se convirtió en una carga emocional.
El contraste es enorme: Stairway to Heaven es uno de los temas más icónicos de la historia del rock, aclamado por crítica y público. Pero para Plant simboliza un estancamiento que lo alejó de explorar otros horizontes musicales.