Gritos, oraciones, abrazos, lágrimas, molestia… El partido entre Venezuela y Colombia fue un verdadero mar de emociones para los hinchas venezolanos, que se despidieron este martes con desilusión del sueño mundialista tras la derrota de su selección por 6-3.
«Realmente una lástima, había mucha fe. Estábamos súper ilusionados, pero no se dio el resultado. Así es el fútbol y Colombia lo dio todo», dijo Alfredo Carmona, de 23 años, al abandonar la plaza de la Juventud en Caracas, donde vio el cotejo en una gran pantalla.
La Vinotinto estuvo cerca de quedarse con el boleto a la repesca, que la acercaría a su primer Mundial de fútbol, pero su derrota ante Colombia otorgó el pase a Bolivia, que contra muchos pronósticos venció 1-0 al Brasil de Carlo Ancelotti en la altura de El Alto.
La Verde disputará en marzo un minitorneo de repechaje con seis selecciones de distintas partes del mundo. El certamen repartirá las dos últimas plazas para la Copa del Mundo de Estados Unidos, México y Canadá.
«Veníamos con mucha fe de un proceso muy largo, tenemos muchas cosas que mejorar», añadió el joven tras recordar que la extensa eliminatoria sudamericana comenzó en septiembre de 2023 y constó de 18 fechas.
Había una verdadera ilusión. Los venezolanos apostaban a su fe para obtener el puesto en la repesca y el fervor se sintió en el arranque del partido ante los cafeteros, cuando la Vinotinto abrió la cuenta en Maturín.
El primer tanto tuvo la cuota del goleador histórico venezolano, Salomón Rondón, que ganó la espalda de Davinson Sánchez y cedió el balón en el área a Telasco Segovia, quien remató con un misil que perforó la red del portero Kevin Mier.
-«Mi fe siempre va a estar»-
Los aficionados celebraron con sonrisas, brincos, saltos y abrazos ese primer gol, pero al final del primer tiempo, cuando Venezuela ya empataba con Colombia, la energía de los hinchas comenzó a apagarse.
«¡Noooo!», gritaban cada vez que el equipo de James Rodríguez y Luis Díaz anotaba un tanto. Se tapaban los ojos frustrados o lanzaban un manotazo… y ya para la cuarta diana muchos abandonaron la plaza desilusionados.
Un niño, vestido con la camisa del atacante Yeferson Soteldo, gritó frustrado y se retiró corriendo del lugar. Lo mismo hizo Wilmary Pérez, una enfermera de 32 años que celebró el inicio del partido, pero que terminó retirándose entre lágrimas.
«Me voy porque siempre lloro cada vez que los veo perder. Claro, no es la primera ni la última pero es mi país pues, y lo amo con toda mi alma», dijo Pérez. Pese a la desolación, no soltó la mano de su equipo: «mi fe siempre va a estar en mí».
Ana Valeria Colmenares, de 18 años, rezó hasta el último minuto para que Venezuela tuviera una chance más de pelear por dejar de ser el único combinado de la Conmebol que nunca ha disputado una Copa del Mundo.
«Por favor, por favor», decía con las manos juntas mientras miraba la enorme pantalla que transmitía el partido.
La joven también se arropaba la cabeza con la bandera, pero su deseo no se cumplió. En parte por los cuatro goles que marcó el delantero colombiano Luis Suárez, gran figura de la trágica noche de los pupilos de Fernando «Bocha» Batista.
Estoy «bastante triste», dijo. «Hubo un momento que me puse a rezar (…) porque yo de verdad quería que ganaran, porque iba a ser emocionante para Venezuela, o sea, ganar contra Colombia que son nuestros hermanos iba a ser ¡wao!, pero las cosas se dieron así».
AFP.
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Bocinazos, gritos, banderas y camisetas verdes invadieron las calles del centro de La Paz, que anoche se convirtieron en el epicentro de los festejos por la calificación de Bolivia a la repesca para tentar un cupo en el Mundial de Norteamérica 2026.
La Verde venció 1-0 al Brasil de Carlo Ancelotti en la última fecha de las eliminatorias sudamericanas. Con 20 puntos, le arrebató a Venezuela el séptimo lugar de la tabla, que otorga medio pasaje a la cumbre máxima del fútbol.
Minutos después del pitazo final del juego disputado en la altura de El Alto, un torrente de hinchas tomó El Prado, la icónica alameda del centro paceño, para festejar entre cánticos y lágrimas la posibilidad de que Bolivia vuelva a una cita global después de 32 años.
«Ser boliviana es difícil, pero en esta ocasión me siento muy feliz y orgullosa de mi país», dijo Rose Sandoval, una hincha altiplánica de 22 años, entre gritos de júbilo.
La última participación boliviana en un Mundial fue en Estados Unidos 1994. Entonces solo acudieron cuatro selecciones sudamericanas.
«¡Es una alegría grande! No hemos clasificado todavía, pero tenemos posibilidad. El año 1993 festejé en este mismo lugar», recuerda Ricardo Nina, un economista de 64 años.
Llevaba la bandera roja, amarilla y verde de su país como una capa, mientras algunos bailaban en los techos de los autos y entonaban canciones bolivianas.
En septiembre del año pasado la selección de Bolivia se encontraba penúltima en la tabla cuando mudó su localía a El Alto, a 4.150 metros de altura. En ese escenario, que deja sin oxígeno a sus rivales, consiguió salir del fondo.
«Tenía dudas. Se nos esfumó la posibilidad y ahora estamos vivos de nuevo», afirmó Nina.
– «El fútbol nos está uniendo» –
Bolivia estaba obligada a ganar ante el equipo brasileño, cinco veces campeón del mundo. Y Venezuela, su rival directo en la tabla, podía incluso perder con Colombia -desde que no hubiera victoria boliviana- para eliminar las esperanzas de la selección andina.
Pero la Vinotinto cayó goleada 6-3 de local en Maturín y los pupilos de Oscar Villegas sorprendieron a Ancelotti y compañía.
La Verde ahora jugará la repesca en marzo próximo, en un desafío que enfrentará a seis selecciones de distintas partes del mundo por dos cupos.
El equipo altiplánico solo está a un paso de coronar su epopeya.
«Falta el repechaje, ¡pero le hemos ganado al pentacampeón! Acá podemos hacer lo que sea con el entusiasmo de los muchachos», dijo entre el bullicio Roger Muriel, un empresario de 32 años.
La alegría de las calles contrasta con el malestar social de las últimas semanas. Bolivia, en plena campaña presidencial, atraviesa una aguda crisis económica, con una alta inflación y escasez de dólares.
Pero el fútbol, de manera inesperada, se transformó en un refresco.
«A pesar de que vivimos una gran crisis, el fútbol boliviano nos está uniendo a toditos, a moros y cristianos», dijo a la AFP José Luis Medina, abogado de 50 años.
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Venezuela se quedó otra vez sin Mundial. La Vinotinto cayó este martes ante la clasificada Colombia por 6-3 en Maturín y cedió a Bolivia el boleto al repechaje intercontinental.
La Verde asumió el séptimo lugar de la tabla en El Alto al sellar una victoria 1-0 ante Brasil, que sumergió a Venezuela en la octava posición.
Luis Javier Suárez fue el verdugo de los venezolanos. Goles en los minutos 42, 50, 59 y 67. Yerry Mina anotó el primero para los cafeteros a los 10, cuando Venezuela estaba arriba en el marcador. El último clavo en la cruz fue de John Córdoba en el 78.
«Esto es un sueño», dijo Suárez en la rueda de prensa. «Representar a tu país y meter cuatro goles… muy contento».
Telasco Segovia abrió la cuenta, muy temprano en el reloj, a los tres. Josef Martínez anotó a los 12 tras el gol de Mina. Salomón Rondón descontó a los 76.
«Lo intentamos, llegamos hasta el final, no se pudo dar», dijo el entrenador local, Fernando Batista, que no aceptó preguntas en la rueda de prensa después del partido. «Quiero pedirle disculpa al pueblo de Venezuela por el sueño que teníamos».
– Vértigo –
«¡Esta noche… venimos a ganar!», gritaban los más de 50.000 hinchas que colmaron el estadio Monumental de Maturín, donde hasta este martes Venezuela estaba invicta. No cabía un alma.
«¡Sí se puede, sí se puede!». No se pudo.
El entrenador argentino Fernando Batista planteó un juego ofensivo, de mucho vértigo, con grandes llegadas sobre todo en los primeros 20 minutos, que puso en aprietos a la zaga colombiana.
Pero, en línea con su planteamiento, el ‘Bocha’ apostó por una estrategia vertical, de pases largos en los que cedió el balón a su rival, que no lo perdonó.
Al momento del pitazo final, Colombia tuvo el 64% de dominio del balón. Plazas en Caracas con pantallas gigantes quedaron vacías a medida que avanzaba la debacle en Maturín. «Siento que fue que se pusieron nerviosos», dijo a la AFP Ana Valeria Colmenares, de 18 años arropada en una bandera. «Yo sigo con la misma emoción por mi selección».
La energía de los hinchas en el Monumental se fue apagando con cada gol, y de cuando vez volteaban a la cabinas de transmisión de televisión con la fe puesta en Brasil. Un empate en los 4.150 metros sobre el nivel del mar de El Alto favorecía a Venezuela.
El primer tanto comenzó con el goleador histórico de la Vinotinto, que ganó la espalda de Dávinson Sánchez y cedió el balón en el área a Segovia, que remató con un misil que perforó la red del portero Kevin Mier.
Al cabezazo de Mina -a un centro de James Rodríguez- llegó la reacción casi inmediata de Venezuela: Segovia por la derecha remató a pasos de la línea de meta, aún sin ángulo. Mier defendió pero soltó el balón y ahí llegó un atento Martínez que rápido aprovechó el rebote para concretar el gol.
Venezuela, sin el balón, cedió otra vez el empate poco antes del descanso.
– Cuatro goles –
Centro de Richard Ríos a Lucho Díaz, que superó a una defensa que no lograba despejar. El balón quedó para Suárez, que remató.
El empate llegó además con la noticia del gol de penal de Bolivia. Y al descanso.
La charla en el vestuario tuvo poco efecto. Apenas sonó el silbato de la segunda mitad y Colombia comenzó a golpear.
Suárez en el área regateó a Ferraresi antes de anotar. Menos de 10 minutos después, de nuevo, Suárez, que arrancó desde el medio campo para correr en profundidad y anotar tras superar a Wilker Ángel.
El cuarto -histórico- llegó ante una zaga rendida con asistencia de Richard Ríos. Luego Córdoba, a un pase de Juanfer Quintero a doce del final, terminó de sepultar a los venezolanos.
Así se acabó el sueño, el «Mano tengo fe». Desde la tribuna, algún aplauso, uno que otro abucheo, pero sobre todo silencio.
Alineaciones:
Venezuela: Rafael Romo – Jon Aramburu, Nahuel Ferraresi, Wilker Ángel, Miguel Navarro (Kevin Kelsy 63) – Eduard Bello (John Murillo 63), José ‘El Brujo’ Martínez, Telasco Segovia (Christian Cásseres 74), Yeferson Soteldo – Josef Martínez (Jefferson Savarino 69) y Salomón Rondón. DT: Fernando Batista.
Colombia: Kevin Mier – Daniel Muñoz, Dávinson Sánchez, Yerry Mina, Álvaro Angulo – Richard Ríos, Kevin Castaño (John Arias 77), Jefferson Lerma – James Rodríguez (Juan Fernando Quintero 68) – Luis Suárez y Luis Díaz (John Córdoba 69). DT: Néstor Lorenzo.
Maturín, Venezuela. AFP.