Hegseth se enrolla contra ‘Woke’, presenta estándares en el habla a los principales generales

En un discurso el martes por la mañana antes de un auditorio lleno de varios cientos de comandantes militares más experimentados de la nación, el secretario de defensa Pete Hegseth pidió el fin de «despertar» la cultura en el ejército y criticó una letanía de quejas como la diversidad y las sondas a las novatadas.

«La era del liderazgo políticamente correcto, demasiado sensible y de los sentimientos que no se hurtan en este momento», dijo Hegseth en la reunión en una base del Cuerpo de Marines en Quantico, Virginia, un sitio seguro a una hora al sur de la capital de la nación.

Hegseth pidió «no más división, distracción o delirios de género» en un discurso extraordinariamente contundente sobre la importancia del «espíritu guerrero», un término que usa para describir el espíritu que hace que las unidades de combate sean efectivas.

«Debemos estar preparados», dijo. «O estamos listos para ganar o no lo estamos».

Hegseth, quien se desempeñó como oficial de infantería en la Guardia Nacional del Ejército de los EE. UU. Y fue desplegado en la Bahía de Guantánamo, Irak y Afganistán, emitió nuevas directivas que aumentarán los estándares físicos para todos en uniformes con un «nivel masculino», los estándares de acoplamiento, las restricciones de elevación de las reglas de compromiso, eliminarán las cuotas raciales y finalizan las restricciones para las crías para las crías para el campamento de bateadores.

No exigió más «generales gordos», diciendo que todos los miembros del servicio necesitarían cumplir con las pruebas de acondicionamiento físico y los estándares de aseo.

«No más Beardos», dijo. «La era de la apariencia inaceptable ha terminado».

«En pocas palabras, si no cumple con los estándares físicos a nivel masculino para posiciones de combate, no puede pasar una prueba PT o no quiere afeitarse y verse profesional, es hora de una nueva posición o una nueva profesión».

Dijo que también está «revisando» la oficina del inspector general del Departamento de Defensa que lo está investigando por crear una cultura de «caminar sobre cáscaras de huevo» que dijo «ha sido armado, poniendo aficionados, ideólogos y malos intérpretes en el asiento del conductor».

«Los líderes políticos tontos e imprudentes establecieron el rumbo de la brújula equivocada y perdimos nuestro camino. Nos convertimos en el ‘departamento de despertados’, pero ya no», dijo.

Justificó el despido del general CQ Brown como presidente de los Jefes de Estado Mayor Conjunto y Jefe de Operaciones Navales, Lisa Franchetti y otros líderes de alto nivel.

Hegseth dijo que su justificación «ha sido sencilla», sosteniendo que es difícil cambiar una cultura con personas que se beneficiaron de esa cultura anterior.

Brown nunca presionó «cuotas» para promociones dentro del ejército, que se basa en un sistema basado en el mérito que Hegseth afirmó que se castigó injustamente a demasiadas personas por el «liderazgo tóxico». Brown y otros empujaron la idea de reclutar de una sección más amplia de América para que los militares se parezcan más a la nación a la que sirve.

El Secretario agregó que el departamento está «limpiando el camino para que los líderes sean líderes».

«Se podría decir que estamos terminando la guerra contra los guerreros», dijo Hegseth, quien ahora pasa por el título «Secretario de Guerra», dijo.

Le dijo a su audiencia que si todos los nuevos estándares han presentado hace que sus «corazones se hundan», entonces deberían renunciar.

Hegseth presionó duro, como parte del cambio de marca más amplio ordenado por Trump, la importancia de hacer cumplir los estándares de combate que mantienen a las tropas letales.

Trump siguió a Hegseth con su propio discurso, diciendo que, como presidente, se le daría la espalda y que está comprometido a hacer que el ejército sea «más fuerte, más duro, más rápido, más feroz y más poderoso de lo que ha sido antes».

El presidente argumentó que el trabajo de los militares no es solo para proteger a los Estados Unidos de las amenazas en el extranjero, sino también a lo que él se refirió repetidamente como un enemigo doméstico en las ciudades estadounidenses.

«Le dije a Pete que deberíamos usar algunas de estas ciudades peligrosas como campos de entrenamiento para nuestra Guardia Nacional Militar», dijo Trump, quien afirmó que «estamos bajo invasión desde adentro».

Durante la mayor parte de su discurso, Trump habló sobre varios otros temas, incluidas sus afirmaciones de que ha terminado más conflictos extranjeros que los presidentes anteriores.

Trump también tomó vacunas contra su predecesor, el ex presidente Joe Biden, y su manejo de las tropas de los Estados Unidos desde Afganistán, llamándolo «fue el momento más vergonzoso en la historia de nuestro país».

El presidente también se atribuyó el aumento de los alistamientos militares y terminó lo que afirmó que eran promociones y estándares injustos.

«Pasamos por la política política donde tenías que tener personas que no fueran aptas para hacer lo que estás haciendo», dijo. «Ahora todo se basa en el mérito».

La semana pasada, se les dijo a los oficiales generales y de bandera en el nivel de una estrella y más arriba que volaran a Quantico desde sus estaciones de servicio con solo varios días de previo aviso y sin indicios de de qué podría tratarse la reunión.

El Pentágono declinó hacer comentarios sobre la reunión, y la especulación se extendió rápidamente de que la reunión podría tener que ver con recortes urgentes a la fuerza militar o la estrategia de defensa nacional, lo que establecería nuevas prioridades para la segunda administración de Trump y podría cambiar la forma en que las tropas se entrenan y se equipan a sí mismas.

El Departamento de Defensa, que ahora acuña por Trump y Hegseth como el «Departamento de Guerra», no ha dicho cuánto cuesta volar en tanta gente en el último minuto, aunque se espera ampliamente costar varios cientos de miles de dólares.

El evento se produce cuando el gobierno se está convirtiendo en un posible cierre que podría obligar a unos 2 millones de tropas a trabajar sin pagar si un proyecto de ley de gastos no aprueba el Congreso a medianoche del miércoles.

La mayoría del personal militar está en camino de ser pagado el 1 de octubre, dijeron las autoridades el lunes. Pero después de eso, las tropas estarían a merced de las negociaciones en Capitol Hill, que permanecen en un punto muerto.

Según un plan de contingencia publicado por el Pentágono este fin de semana, todas las tropas de servicio activo deberían seguir trabajando. El plan dice que los contratos también pueden avanzar, pero bajo un mayor escrutinio con prioridad dada a los esfuerzos para asegurar la frontera sur de los Estados Unidos y construir el escudo de misiles estadounidenses de Trump conocido como «Golden Dome», así como operaciones en el Medio Oriente y la construcción naval.

Se ha especulado que los comandantes que viajan desde todo el mundo para escuchar a Trump y Hegseth hablar el martes podrían quedar atrapados en sus lugares de trabajo asignados si el gobierno se cierra esa noche. Pero según la guía del gobierno, el personal debe regresar a casa lo antes posible si se produce un cierre mientras se realiza un viaje de trabajo.

Cualquier costo de viaje incurrido después del cierre es reembolsable una vez que se reanuda el gasto.

-Abc News ‘Karen Travers, Isabella Murray e Ivan Pereira contribuyeron a este informe.