
En febrero de 2025, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció la licitación para la construcción de un túnel submarino. Este lunes se dio a conocer que la obra estará a cargo de la empresa portuguesa Mota-Engil. El grupo cuenta con una participación del 32,4% de la empresa china CCCC, especializada en túneles sumergidos. La construcción conectará la ciudad de Santos con el balneario de Guarujá, en el estado de São Paulo. La inversión es de 5.960 millones de reales (unos 1.020 millones de dólares). Según afirmó el mandatario durante la presentación del proyecto, la cimentación marcará un hito histórico en América del Sur.
La monumental obra de América del Sur unirá las ciudades brasileñas de Santos y Guarujá, en el estado de São Paulo. En la actualidad, la travesía entre los destinos toma hasta 18 minutos en balsa. Con el túnel, el tiempo se reducirá a solo dos minutos. Así, la obra transformará la conectividad en esta región de América del Sur.
Cabe destacar que la construcción no solo optimizará los tiempos, sino también representará un impulso económico para la región ya que generará miles de empleos directos e indirectos.

Conforme detalló el Gobierno de Brasil, el túnel tendrá 870 metros de longitud y cruzará un canal a 21 metros de profundidad. Alrededor de 15.000 vehículos utilizarán el sitio por día. La obra dispondrá de tres carriles por sentido. Incluirá uno exclusivo para el Vehículo Ligero sobre Rieles (VLT). Además de accesorios exclusivos para peatones y ciclistas.
En testimonios recogidos por el medio brasileño G1, el gobierno indicó que, a diferencia de los túneles excavados en la roca, como los del metro, el modelo submarino estará compuesto por grandes bloques de hormigón, prefabricados en diques secos y equipados con cámaras de aire internas. La elección de esta técnica se basó principalmente en el suelo de la región. Compuesto de arcillas blandas y sedimentos fluviales, no ofrece suficiente estabilidad para excavaciones profundas.
Actualmente, el trayecto se realiza a través de un sistema de ferris que transporta aproximadamente 23.000 vehículos por día. De forma diaria, 78.000 personas transitan entre ambas ciudades y alrededor de dos millones de personas se movilizan por las nueve ciudades que rodean a Santos.

Según precisó el Gobierno de Brasil, el proceso de construcción seguirá un orden riguroso a fin de garantizar la precisión y la seguridad. El primer paso consistirá en preparar el lecho. Para ello se excavará el fondo del canal y se colocará hormigón como base. Durante esta fase, se construirán los módulos, que se someterán a pruebas de sellado y resistencia.
En tanto, en la segunda etapa los remolcadores se encargarán de transportar los módulos hasta el punto exacto donde quedarán sumergidos. Seguidamente, se bombeará agua a fin de hundir gradualmente las estructuras, bajo monitoreo electrónico. Tras la instalación, se ajustarán los bloques y se nivelarán mediante sistemas hidráulicos. Asimismo, se fijarán con pasadores de acero y se colocarán sobre un lecho de arena.
Finalmente, la constructora se encargará de cubrir la estructura con una capa de piedras. Las mismas están diseñadas para proteger el túnel contra los impactos y los movimientos naturales de las corrientes marinas.
Según detalló G1, el lunes la empresa Mota-Engil ganó la subasta tras presentar la propuesta con el mayor descuento en la cuota mensual que el gobierno deberá pagar durante la concesión. El contrato tendrá una duración de 30 años.

Tras la subasta, la expectativa anunciada por las autoridades es firmar el contrato en 2025. En tanto, los proyectos ejecutivos se desarrollarán a lo largo de 2026. En tanto, las obras concluirán en 2031. Así lo confirmó el Secretario de Estado de Alianzas e Inversiones, Rafael Benini, declaró a G1: “Nuestra previsión es inaugurar el túnel en 2031”.
El túnel dará cabida a automóviles, transporte público, camiones, bicicletas y peatones. Asimismo, sustituirá a los buques actuales que transportan a 78.000 personas al día.
Durante el anuncio de la licitación, en febrero de este año, en el Parque Valongo de Puerto de Santos, el presidente destacó que el proyecto es posible gracias al “entendimiento y la relación civilizada” entre dos opositores políticos elegidos “para gobernar y no para pelear”. Al mismo tiempo, según precisó EFE, el mandatario resaltó que el proyecto es histórico para América Latina.

En consonancia, el gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, quien fue ministro de Infraestructura durante la gestión del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), destacó también “la sociedad” establecida con el gobierno de Lula, pese a las diferencias ideológicas. “No es momento de disputas políticas, sino de atender a los ciudadanos”, expresó el funcionario.