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El popular artista habló de las «consecuencias» que generó su queja sobre el elevado precio de las empanadas. Y qué peculiar negocio se enteró que se hizo con la polémica que generó.
«Florencia (Bas, su esposa) me dijo: ‘¿vos sabés cuánto están las empanadas?’. Y me tiró el número. Se ve que me quedó rebotando en el cerebro y salió como un escopetazo. Yo no estaba hablando de política, de administraciones, ni de gobierno. Estaba hablando de la realidad de los precios”. Con estas palabras, Ricardo Darín el trasfondo de sus dichos públicos sobre el elevado precio de las empanadas que derivó en un escándalo. Y que ahora hizo que el querido artista cuente, por primera vez, que hay un local que se llamaría «Empanadarín».
En una entrevista «mano a mano» para el Canal Hispa, para el ciclo de El Buscador de Julio Leiva, el protagonista de El Eternauta –entre otros cientos de éxitos de ficción y de teatro– recordó el momento más agitado del inesperado conflicto con Luis Caputo, Ministro de Economía, que generó tanto revuelo social, por el contenido de la polémica que generó.
“Me han pegado tantas veces de distintos lugares y por distintos motivos, con justicia, sin justicia, diciendo la verdad, mintiendo. Más o menos empezás a entender cómo son las coordenadas y decís: ‘Bueno, hay cosas que las tengo que dejar pasar’. Qué voy a hacer”, fue una de las primeras reflexiones que compartió Ricardo, durante la nota, al referirse a los haters que generó su postura sobre el elevado precio de las empanadas.
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“Hay un tipo que después de todo este incidente de las empanadas, quiso abrir un local y ponerle ‘Empanadarín’”, contó Darín, casi entre risas. Para luego, adentrarse en cual fue su reacción ante la posibilidad concreta de que un negocio esté asociado al efecto rebote que generaron sus dichos públicos.
QUÉ HIZO DARÍN CUANDO LE DIJERON QUE QUERÍAN UN LOCAL A SU NOMBRE
«Yo entiendo, es gracioso. A mí también me causó gracia. Pero entonces lo llamé a un abogado mío, que es un fenómeno, Javier. Le digo: ‘¿Cómo analizamos esto? ¿Qué se hace?’. Le pregunto si uno tiene que registrar su nombre y me dice ‘no, no es garantía de nada, le tenés que poner un rubro específico y si es otro rubro, no sé qué…’“, describió, Ricardo.
«Le digo: ‘Bueno, ¿y qué se hace para esto?’. ‘Tenemos que pagar’, me contesta. ‘Ah, ¿yo tengo que pagar para decir que me opongo a que el tipo haga eso?’. ‘Sí’. ‘No, está bien. Déjalo que lo haga’. No sé qué pasó, pero porque no puedo, me desentendí de la idea. Me superó ampliamente. Otro quería poner un hotel con sauna que se llamaba ‘Darín’. Ese me pareció más interesante. No sé por qué pasan esas cosas. Son momentos. Después pasa esto con otros y es así”, cerró, Darín.
Ricardo Darín nombre local de empanadas