En pleno despliegue de su “The Lifetimes Tour”, que la tiene recorriendo Chile, Argentina y Brasil, Katy Perry no solo vive la adrenalina del escenario: también lidia con un conflicto judicial de alto perfil en Estados Unidos.
Tal y como trascendió, horas antes de debutar en el Movistar Arena de Buenos Aires, la estrella pop se conectó por Zoom a la más reciente audiencia de un caso que lleva años y que tiene en el centro a una mansión valuada en 15 millones de dólares de Montecito, California.
Katy Perry: todos los detalles de su millonaria batalla judicial
La propiedad en disputa fue comprada en 2020 a Carl Westcott, un empresario de 85 años que luego denunció haber sido presionado para vender. Westcott sostiene que firmó la operación por 11 millones de dólares cuando aún estaba bajo los efectos de medicamentos tras una cirugía y sin plena conciencia del alcance económico.
Perry, por su parte, mantiene que la transacción fue legítima y que incluso sufrió pérdidas económicas por la demora en la entrega, por lo que demanda daños y perjuicios por alrededor de 6 millones de dólares en concepto de alquiler y reparaciones.

Sin embargo, lo que parecía un pleito estrictamente contractual tomó otra dimensión esta semana. Se reveló que la adquisición no fue realizada directamente por la cantante, sino a través de una sociedad de responsabilidad limitada vinculada a Orlando Bloom, su expareja y padre de su hija.
Los abogados de Westcott usaron este dato para cuestionar el interés financiero directo de la artista.
En su declaración —difundida por medios como TMZ— Perry se mostró firme: afirmó que Bloom “es familia para toda la vida” y que sigue siendo beneficiaria de la propiedad, aunque no aportara personalmente los fondos. Cuando le preguntaron si continúa siendo socia financiera del actor, evitó responder con claridad, pero insistió en que la residencia le pertenece en los hechos.

Una victoria previa y nuevas críticas
En diciembre de 2023, Perry y Bloom habían obtenido un fallo favorable cuando el juez dictaminó que “no había evidencia persuasiva” de que Westcott careciera de capacidad para firmar, permitiéndoles quedarse con la casa de más de 9.000 pies cuadrados.
Sin embargo, la familia del empresario reaccionó con dureza. Chart Westcott, hijo del magnate, acusó a la estrella pop de “avaricia” y de actuar sin empatía frente a la delicada salud de su padre. En declaraciones a The Sun sostuvo que este tipo de disputas refleja un “sistema de élite” que, según él, permite a las celebridades “tratar a las personas comunes como basura”.