Un psiquiatra estadounidense propuso la categoría “otrovertidos” para identificar a un nuevo tipo de personalidad que se diferencia de los intro y extrovertidos. Según explicó, “un otrovertido es una persona que no siente ningún sentido de pertenencia a ningún grupo”.
El doctor Rami Kaminski indicó al medio británico Daily Mail que las personas con esta personalidad “son muy amigables y capaces de forjar conexiones muy profundas con otras personas”. La única diferencia radica en “la falta de conexión con los grupos (de) identidad colectiva o tradiciones compartidas”.
El término “otrovertido” deriva de la raíz latina “vert”, que significa “girar”. Mientras que los introvertidos “giran” hacia adentro y los extrovertidos “giran” hacia afuera, los otrovertidos, en cambio, “giran en la otra dirección”, al negarse a unirse a otras personas en un sentido colectivo o encontrar dificultades para ello.

No forjan las mismas conexiones emocionales con las identidades grupales o los rituales compartidos que otros individuos, según explicó el doctor Kaminski.
El psiquiatra estadounidense, quien se considera un otrovertido, notó esta característica por primera vez cuando se unió a los boy scouts de niño y se dio cuenta de que el acto grupal del juramento no le generaba ningún efecto emocional.
“Cuando dije las palabras en voz alta, supe por primera vez que era diferente. Mientras que los otros niños parecían asombrados por esta iniciación, por el vínculo sagrado forjado con sus compañeros de inducción y todos los que habían venido antes que ellos, no sentí nada. Eran solo palabras”, escribió en un artículo en New Scientist.
Otrovertidos: la personalidad que redefine la conexión social según un psiquiatra
Los otrovertidos suelen saber que pertenecen a esta categoría desde una edad temprana, al sentirse como forasteros en cualquier grupo, incluso si este está compuesto por sus amigos cercanos. “Todos nacemos como otrovertidos, antes de que el condicionamiento cultural de la infancia consolide nuestras afiliaciones con diversas identidades y grupos”, explicó Kaminski.
Algunas características comunes de los otroveridos son el tener una aversión a los deportes de equipo; el encontrar desconcertantes o difíciles los hábitos comunes de la vida comunitaria; y una preferencia por trabajar solos. Además, al asistir a reuniones grandes, es más probable que un otrovertido mantenga una conversación profundamente con una sola persona en lugar de interactuar con muchos invitados.
Por otra parte, son inmunes al llamado “fenómeno Bluetooth”, el proceso por el cual la mayoría de las personas se “sincronizan” emocionalmente con quienes les rodean para unirse a identidades grupales. Esta discrepancia entre ser populares y bienvenidos en grupos, pero sentirse como forasteros, puede causarles malestar emocional y una sensación de ser incomprendidos.

Aunque pueden luchar bajo la presión de “encajar”, es crucial entender que no son necesariamente antisociales ni solitarios. De acuerdo con el doctor Kaminski, ser otrovertido puede traer aparejado ventajas significativas.
Al no estar atados por las obligaciones sociales, los otrovertidos son más creativos, de pensamiento libre e inventivos. No suelen sentir el miedo al rechazo o la preocupación por ser expulsados de un grupo, lo que les permite encontrar soluciones a problemas que otros no ven o inventar nuevos enfoques para temas conocidos.
Entre los otrovertidos famosos se encuentran figuras como el científico Albert Einstein, la pintora Frida Kahlo, y los escritores George Orwell, Franz Kafka y Virginia Woolf. Estas personalidades destacadas son ejemplos de individuos que, según el doctor Kaminski, estaban “notoriamente desvinculados de cualquier grupo”.