Bajo el sello libertario, Argentina volvió a quedar bajo la lupa internacional luego de votar en contra de una resolución de la ONU que impulsa, por un lado, la creación del estado palestino, pero también a Hamas a abandonar las armas. La medida fue aprobada por amplia amplia mayoría en la Asamblea General, incluyendo países históricamente aliados de Israel, como Francia o España.
La decisión del gobierno libertario, que contradice la histórica postura de la Argentina en relación al conflicto palestino-israelí, ocurrió en sintonía con la votación de sus aliados que enfrentan la condena internacional hacia el gobierno de Benjamin Netanyahu no solo por el accionar bélico en Medio Oriente, sino por otras acciones recientes que preocuparon a las delegaciones presentes en Nueva York: la toma de la ciudad de Gaza y la renovada política de asentamientos en la Cisjordania ocupada.
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En paralelo, el mismo día la Cancillería argentina dejó entrever el aturdimiento que impera en la política exterior argentina en función de la única bajada de línea que supone una línea de fuego puertas adentro de la gestión libertaria: el alineamiento total con Estados Unidos e Israel. A través de un comunicado, la cartera que conduce Gerardo Werthein condenó el accionar de una empresa petrolera israelí en Malvinas. Se trata de la explotación de 1.700 millones de barriles de crudo de la cuenca León Marino, al norte de la Isla Soledad, a través de una licencia ilegal otorgada por la administración británica de las islas.
La coincidencia dejó en evidencia el ruido que impera en la política exterior libertaria, enfocada exclusivamente en lo comercial desde que Karina Milei tomó las riendas del Palacio San Martín tras la salida de la excanciller Diana Mondino. Se sumó, además, a las medidas que tomó el gobierno de Milei en línea con la retórica del presidente estadounidense Donald Trump, como el retiro de la Organización Mundial de la Salud y del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, instancias donde se fomenta el diálogo multilateral que Argentina precisa para sostener la defensa de su integridad territorial en función de la Cuestión Malvinas.

Repudio a la explotación petrolera en Malvinas
«La Cancillería Argentina reitera su más enérgico rechazo a las actividades ilegales llevadas a cabo por la empresa NAVITAS PETROLEUM LP en las Islas Malvinas, que opera de manera ilegítima en territorio argentino sin contar con los permisos de exploración y explotación de hidrocarburos otorgados por la autoridad competente de la República Argentina», sostiene el comunicado, colgado en las redes sociales del Ministerio de Relaciones Exteriores este 12 de septiembre.
Según la normativa internacional, la explotación privada de los recursos de las aguas circundantes al archipiélago del Atlántico Sur, contradicen algo básico de las resoluciones de organismos internacionales consideradas un «triunfo diplomático» de Argentina frente a la potencia ocupante: no se puede explotar económicamente un territorio en disputa por la soberanía.
Sin embargo, el proyecto petrolero del consorcio integrado por las firmas RockHopper (35% de participación) y Navitas (65%), de capitales británicos e israelíes respectivamente, avanzó a paso firme desde que se descubrió el yacimiento en 2023. El 31 de julio pasado, el consorcio petrolero detalló la inversión en una audiencia en Puerto Argentino, previendo volcar hasta 4.000 millones de dólares en impuestos y regalías a las arcas de la administración británica de las islas durante la vida útil del yacimiento, según informó el medio probritánico MercoPress.
La noticia generó repudio en el círculo del gobernador fueguino Gustavo Melella, cuya jurisdicción tiene derecho de las regalías hasta la milla 12; pero también críticas al Gobierno nacional por su «inacción» frente a la explotación privada de los recursos que también le corresponden (desde la milla 12 hasta la 200), en función de la ley 26.659 prohíbe operar en la plataforma continental argentina con licencias emitidas por el Reino Unido. En ese momento, PERFIL contactó al Palacio San Martín para conocer si realizaría alguna acción para condenar la explotación de la cuenca León Marino, ilegal en función de la resolución 31/49 de la ONU, pero no estaba previsto un comunicado hasta hoy.

«El Gobierno argentino reitera que no reconoce competencia ni jurisdicción de ninguna otra autoridad distinta a la propia para establecer condiciones que habiliten actividades vinculadas a hidrocarburos en las áreas mencionadas. En consecuencia, y en plena conformidad con el derecho internacional, la República Argentina se reserva el derecho de adoptar todas las medidas adicionales que considere necesarias para salvaguardar sus derechos e intereses soberanos», sostiene le texto.
Argentina votó en contra de una resolución en favor de la creación del estado palestino
El comunicado del Gobierno fue publicado el mismo día en que la delegación argentina hacía lo propio en la Asamblea General de la ONU, reunida de manera extraordinaria para pronunciarse sobre la guerra en Medio Oriente. La votación, que precedió encuentro anual de mandatarios pautado para la semana del 22 de septiembre, fue convocada después del ataque de Israel a Qatar durante las negociaciones con la cúpula de Hamas para un alto al fuego en Gaza; pero también, como telón de fondo, estuvo el proyecto del gobierno israelí para ocupar la ciudad del enclave palestino y construir nuevos asentamientos en la zona E1, establecida por los Acuerdos de Abraham en Cisjordania.
Llega el embajador de Trump a la Argentina
Este viernes, con una clara mayoría, una resolución que apoya la llamada Declaración de Nueva York. Esta iniciativa, impulsada por Francia y Arabia Saudita, tiene como objetivo avanzar hacia una solución de dos Estados que permita resolver el conflicto entre israelíes y palestinos. En total, 142 países votaron a favor del texto, mientras que la delegación argentina, presidida por Francisco Tropepi, cumplió con el mandato de Casa Rosada e integró la lista de los diez países votaron en contra en sintonía con Washington y Tel Aviv, mientras que otros doce optaron por abstenerse.
La declaración, que fue aprobada en julio durante una reunión sin la presencia de delegados de Israel ni de Estados Unidos, plantea la necesidad de tomar medidas «tangibles» e «irreversibles» en favor de una solución política del histórico conflicto palestino-israelí. Su objetivo es lograr, cuanto antes, la creación de un Estado palestino que sea «independiente, soberano, económicamente viable y democrático».
El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó su satisfacción tras la votación a través de sus redes sociales, destacando que existe la posibilidad de avanzar hacia una paz duradera en Oriente Próximo: «Otro futuro es posible. Dos pueblos, dos Estados (…) viviendo juntos en paz y seguridad», señaló. Macron también manifestó su intención de avanzar junto a Arabia Saudita y otros socios internacionales en la implementación de este plan de paz durante una conferencia sobre la solución de dos Estados que se celebrará este mismo mes en la ONU.