La entidad medioambiental Galanthus, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat han reintroducido lechuzas en los bosques de Montjuïc para recuperar la biodiversidad original y para que contribuyan al control de ratas, ya que son parte de su alimentación.
La especie reintroducido es la lechuza común (Tyto alba), una rapaz nocturna que habita en ambientes rurales y periurbanos y que tiempo atrás había estado presente en la montaña de Montjuïc. Sin embargo, su población ha sufrido en las últimas décadas una disminución considerable en todo el territorio, hasta el punto que está catalogada como especie vulnerable.

Los polluelos que habitan en Montjuïc
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La liberación se ha llevado a cabo en el castillo de Montjuïc, que tiene multitud de espacios abiertos y rincones donde el animal puede esconderse durante el día y cazar por la noche.
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El proyecto incluye el seguimiento científico mediante cámaras de infrarrojos y la instalación en dos ejemplares de dispositivos GPS, para conocer los movimientos una vez vuelen libremente. Una vez garantizado el éxito de la primera liberación, se ha llevado a cabo una segunda de polluelos de lechuza en la misma caja nido instalada en el castillo de Montjuïc.

Unas cámaras de infrarrojos permiten hacer el seguimiento de las lechuzas
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Esta actuación tiene como objetivo fortalecer la biodiversidad de la ciudad y favorecer la vigilancia y control de múridos en espacios verdes públicos.
La lechuza contribuye al control natural de las poblaciones de roedores, ya que forman parte de su alimentación.