La minería en Argentina suma cada vez más apoyos en las redes sociales. Según un estudio de la consultora LLYC, más del 47% de los comentarios en X (exTwitter) sobre el sector fueron positivos entre diciembre de 2023 y febrero de 2025. Se trata de la primera vez que la conversación favorable crece sin generar, al mismo tiempo, un repunte proporcional de críticas.
Pero esa tendencia nacional no se refleja con la misma fuerza en todas las regiones. Mientras el NOA y Cuyo aparecen como focos de diálogo favorable, la Patagonia continúa siendo un terreno de tensiones y resistencias.
El informe procesó más de 380.000 publicaciones realizadas por 75.000 perfiles, identificando unas 1.900 comunidades digitales vinculadas a la minería. La narrativa positiva está impulsada por proyectos de litio y cobre, minerales clave para la transición energética global y de los que Argentina posee abundancia.
“El sentimiento negativo cae de manera sostenida”, concluye el estudio, que también detectó una participación creciente de perfiles vinculados al Gobierno y de comunidades técnicas, especialmente tras la sanción del RIGI.
Patagonia: donde persiste el rechazo
El mapa regional muestra diferencias claras. En provincias como Jujuy, Salta y Catamarca, la minería aparece asociada al desarrollo económico y a la generación de empleo. En el NOA, la conversación gira en torno al litio, con un fuerte respaldo de los gobernadores que lo impulsan públicamente.
En San Juan y Mendoza, también crece el respaldo en redes, en línea con proyectos en curso o en exploración vinculados al cobre. En el AMBA se concentra el 60% del debate nacional, aunque muchas veces desconectado de los territorios productivos.
La Patagonia, en cambio, se consolida como un espacio de conflicto digital. Las conversaciones sobre minería en Chubut, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz tienden a estar atravesadas por discursos de resistencia, cuestionamientos ambientales y llamados a frenar proyectos de gran escala.
Los hashtags y comunidades críticas se mantienen activos, sobre todo en torno a la megaminería metalífera, con debates que reaparecen en cada intento de avanzar con iniciativas provinciales. “El debate chubutense entre promotores y detractores de la industria sigue siendo el principal motor de la conversación en esta región. El resto de las provincias aporta poco volumen total”, reveló.
En ese marco, los ambientalistas continúan como la comunidad más afincada en este territorio. No obstante, el trabajo destacó que la comunidad “Pro mineros no partidarios” -a través de la instalación de una agenda referida al potencial regional en relación con la minería de plata, oro y uranio- ha logrado establecer una incipiente y creciente conversación positiva.
La conversación digital, provincia por provincia
En la Patagonia, la conversación sobre minería muestra matices claros según la provincia. Chubut concentra el mayor volumen de conversación, marcado por un fuerte debate entre la resistencia social y ambiental ante los intentos de habilitar la minería en la meseta central, y los promotores de la actividad. La negatividad domina, con un 29,2% de la conversación reciente, protagonizada por comunidades y actores ambientalistas.
En cambio, en Santa Cruz, donde la minería está instalada desde hace años, el clima social es más favorable y la narrativa pública en torno al sector es mayoritariamente positiva.
Río Negro, por su parte, se perfila como una provincia que busca incorporar la minería a su matriz productiva, con señales de interés por parte del gobierno en avanzar hacia el desarrollo del sector.
A nivel político, la relación de los gobernadores patagónicos con la administración nacional es dispar. En general todas las provincias mantienen tensiones, que pueden escalar más o menos dependiendo del tema. En particular con Chubut, el Gobierno nacional tuvo fuertes disputas y su dispositivo comunicacional tiene muy presente la reticencia de esta administración hacia la minería.