En un mundo de gritos, peleas y con autoritarismos que llegan al poder a través de elecciones, la gran pregunta es en qué estado se encuentra la democracia a nivel mundial y en particular, en Améirica Latina. La respuesta enciende las alarmas y llama a la reflexión.
«La democracia en todo el mundo se ha debilitado. La mayoría de los países han experimentado un deterioro en su desempeño, mientras que la libertad de prensa ha sufrido su mayor caída en 50 años», sostuvo el informe del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional).
También sufrieron una baja «los indicadores de igualdad económica, elecciones creíbles y acceso a la justicia».
De todos los indicadores, la organización puntualizó que «el desempeño más bajo lo evidenció el Estado de derecho, con 71 países, es decir, el 41%».
Y recordó que «esta categoría también experimentó el mayor número de descensos de todas las categorías de desempeño democrático. En una comparación entre 2019 y 2024, 32 países (19 % de los evaluados) registraron descensos en esta categoría».
Es así como «el 54% de los países retrocedieron al menos un indicador clave de desempeño democrático en 2024».
En lo que respecta a los procesos electorales, el estudio subrayó que «el indicador de elecciones creíbles cayó a su peor nivel en 30 años, con descensos que afectaron a una quinta parte de los países encuestados».
Y agregó que «2024 fue el noveno año consecutivo en que más países mostraron un descenso neto en lugar de una mejora en el desempeño democrático general» siendo «la caída consecutiva más prolongada desde que comenzaron los registros de IDEA Internacional en 1975».
Ante estos números, el secretario general de IDEA Internacional, Kevin Casas-Zamora, afirmó: «La democracia se enfrenta a una tormenta perfecta de resurgimiento autocrático y una profunda incertidumbre debido a los enormes cambios sociales y económicos».
Por lo tanto, «para contraatacar, las democracias necesitan proteger elementos clave de la democracia, como las elecciones y el Estado de derecho, pero también reformar profundamente el gobierno para que brinde equidad, inclusión y prosperidad compartida»
El texto recalcó que «con unos 304 millones de personas, el doble que en 1990, viviendo actualmente fuera de su país de origen, las democracias deben replantear la participación electoral y considerar con mayor detenimiento el voto desde el extranjero para garantizar una mayor resiliencia democrática».
En este punto, Zamora hizo hincapié en que «mejorar los derechos de los votantes que viven en el extranjero también puede generar dividendos democráticos tanto en los países de origen como en los de acogida».
QUÉ PASA EN AMÉRICA
La entidad remarcó que «en los últimos cinco años, más países de las Américas experimentaron un deterioro en al menos un factor de desempeño democrático que un avance»
Y señaló que «la mayoría de los 45 deterioros se produjeron en la categoría de representación».
Detalló que «los mayores descensos en estas medidas se dieron en casos de retroceso democrático y colapso estatal: El Salvador, Haití y Nicaragua»
Y resaltó: «El Salvador y Nicaragua también presentan dos de los tres mayores descensos de la región en libertad de prensa».
Por su parte, «Perú también experimentó un descenso en esta medida, en parte debido a la persistente violencia e intimidación contra periodistas.
Aclaró que «aun así, la mayoría de los países siguen teniendo un desempeño democrático en el rango medio».
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