Cerca de 500.000 peregrinos se dieron cita este fin de semana en la ciudad de Salta (Argentina) para participar en la tradicional Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro, una de las mayores muestras de devoción y fidelidad del país.
Con el lema «Camino del encuentro y la esperanza», el triduo del milagro se llevó a cabo del sábado 13 al lunes 15 de septiembre, con diferentes actividades y celebraciones.
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El primer día del triduo se celebró la Solemnidad de la Bienaventurada Virgen del Milagro; el segundo día, la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz; y este lunes 15, la Solemnidad del Señor del Milagro, día de la procesión central.
En el primer día del triduo, presidió la Eucaristía el Obispo Prelado de Cafayate, Mons. Darío Quintana, quien afirmó que “esta celebración no sólo es el recuerdo de eventos pasados, sino también el símbolo de la protección maternal de Maria. Es una historia de fe”.
Asimismo, aseguró que en tiempos atravesados por grandes tristezas, “la Virgen es modelo de mujer fuerte que atiende a la palabra de Dios”.
Finalmente, en el marco del Jubileo, llamó a “avivar la llama de la esperanza que se nos ha dado y ayudar a todos a encontrar nuevas fuerzas y certezas, mirando al futuro”.
Los peregrinos, afirmó, representan “la gracia del encuentro” y “toda nuestra vida es un peregrinar hacia el Padre Celestial y a la vida eterna que se nos ofrece”.
El domingo, la Misa Estacional estuvo presidida por el Arzobispo de Tucumán, Mons. Carlos Sánchez, quien invitó a los fieles a vivir esta fiesta con renovada fe y esperanza, siendo «signos vivos del amor del Señor» en medio de las dificultades del país.
Ante una multitud de peregrinos, recordó que «Dios amó tanto al mundo que le entregó a su Hijo Único, para que todo el que crea en Él no muera y tenga vida eterna”, y reflexionó: “Esa fuerza del amor del Señor vive en nosotros desde nuestro bautismo, y es la buena noticia que debemos irradiar a los demás».
«Nosotros como Iglesia, como creyentes, tenemos que aportar a nuestra querida Argentina esto tan maravilloso que tenemos: la fe en Jesucristo muerto y resucitado. Que cada uno de nosotros sea signo vivo de esperanza en esta patria bendita, donde tantos hermanos sufren», alentó.
En la noche del domingo se desarrolló una vigilia de oración, con el santuario abierto a los fieles. Las celebraciones comenzaron a la madrugada, con la Misa Estacional a las 10:00 horas, presidida por el Arzobispo de Salta, Mons. Mario Antonio Cargnello.
En la homilía, Mons. Cargnello señaló que la fe no encierra, sino que abre a reconocer al otro. Por eso, cada año crece la necesidad de sumar a más personas al pacto con el Señor, aseguró.
«El Señor, en la medida en que entra en nuestra vida, no nos deja quietos: nos invita a salir de nosotros mismos, a darnos a los demás», observó, destacando especialmente el significado de la cruz: «Creemos en un Cristo crucificado, no en un Cristo torturado. Él aceptó la muerte para hacernos libres y hermanos. Por eso, al celebrar el Milagro, abrimos el corazón para sentirnos más unidos».
Dirigiéndose a los peregrinos, el prelado les agradeció “porque sacuden nuestra inercia y nos recuerdan que el Milagro no es una posesión de los salteños, sino un don de Dios para Salta que debe compartirse con los demás».
Mons. Cargnello llamó a renovar el compromiso comunitario: «Hoy el Señor vuelve a mirarnos y a desinstalarnos. Hoy nos dice: soy de ustedes, ustedes son míos. Que Salta se ponga al servicio de todos. Que Él nos dé la fuerza para hacerlo y nos saque de cualquier tentación de instalarnos», exhortó.
En la tarde del lunes, se lleva a cabo la procesión culminante de los festejos, con el tradicional Pacto de Fidelidad, en el que los salteños renuevan cada año su compromiso de fe.
Julieta Villar
Soy periodista, licenciada en comunicación por la Universidad Nacional de La Matanza en Argentina. Tengo experiencia laboral en organizaciones no gubernamentales. Desde 2016 me dedico al periodismo católico, primero en la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA) y, desde 2022, como corresponsal de ACI Prensa para Argentina, Chile, Uruguay y Bolivia.