El presidente Javier Milei presentó este lunes el proyecto de Presupuesto 2026 con un mensaje menos confrontativo, prometió aumentos en áreas sensibles como jubilaciones, salud y educación, pero reafirmó que “el equilibrio fiscal no se negocia”. En forma solapada, pidió respaldo electoral para el 26 de octubre al afirmar que “el futuro de la Argentina depende de que el pueblo y la política se comprometan con el orden fiscal”.
Consciente del desgaste social de su primer año de gestión y tras la paliza que sufrió en la provincia de Buenos Aires, el Presidente adoptó un tono moderado y llamó a los gobernadores (“las ratas” que habitan el Congreso) a trabajar “codo a codo”. Prometió más recursos para áreas clave como salud, educación y jubilaciones, aunque dejó claro que su hoja de ruta no cambia: “Este es el único camino”.
Según explicó, el proyecto reafirma el compromiso del Gobierno con el equilibrio fiscal, pero incluye partidas que superan la inflación estimada para 2026. “El 85% del gasto se destinará a capital humano”, afirmó, y detalló incrementos del 5% para jubilaciones, 17% en salud, 8% en educación y 5% para pensiones por discapacidad.
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El mensaje se produjo en un contexto de fuertes tensiones políticas y sociales, con protestas en universidades y cuestionamientos de la oposición al ajuste. Sin embargo, Milei destacó que “lo peor ya pasó” y pidió que el esfuerzo hecho por la sociedad no se desperdicie. “Tenemos que entender como país y como sociedad que, si no terminamos el proceso de cambio, habremos tirado a la basura todo el esfuerzo”, afirmó.
Promesas de platita y pedido de apoyo
Milei eligió agradecer a “los argentinos” por el “temple heroico” con el que enfrentaron la crisis. En un intento de mostrar empatía, reconoció que “muchos aún no perciben” los logros económicos en su vida cotidiana, pero insistió en que “el esfuerzo valió la pena”.
Además de los aumentos sociales, el mandatario anticipó que el Ejecutivo impulsará un régimen simplificado de declaración de Ganancias y un nuevo sistema de compensación de deudas entre provincias y la Nación, con fondos específicos.
Fuerte defensa del ajuste fiscal
En línea con sus convicciones ideológicas, Milei dedicó buena parte de su exposición a explicar por qué considera que no hay alternativa al ajuste. “Todos los experimentos posibles fueron ensayados en este país. Fracasaron rotundamente”, sentenció, en referencia al déficit fiscal financiado con emisión o deuda.
Sostuvo que mantener el superávit permitirá al Tesoro financiar obras del sector privado, algo que describió como “una revolución” para la infraestructura del país. “Por primera vez, el sector público podrá financiar al sector privado”, señaló, con tono épico.
Equilibrio, crecimiento y horizonte electoral
Pese a los datos sociales negativos, Milei volvió a prometer un futuro próspero si se mantiene el rumbo. Aseguró que, de sostenerse el equilibrio fiscal, Argentina podría crecer entre 5% y 8% anual, y “en 30 años estar en el podio de las potencias mundiales”.
Sobre el final, el Presidente apeló al Congreso y a los actores políticos. “Estoy seguro de que, trabajando codo a codo con los gobernadores, diputados y senadores que quieren una Argentina distinta, vamos a lograrlo”, concluyó. Aunque no lo dijo directamente, el mensaje apuntó a fortalecer su posicionamiento ante la discusión electoral que ya comienza a perfilarse.
El final fue atípico. Dijo: “No aflojemos, hagamos que todo este esfuerzo valga la pena. Que Dios bendiga a los argentinos, que las fuerzas del cielo nos acompañen. Muchas gracias a todos. Buenas noches”. Faltó el clásico ¡Viva la libertad, carajo!