La evolución de los precios de los combustibles en Misiones durante la gestión de Javier Milei al frente de la Casa Rosada ofrece un dato contundente: llenar un tanque de nafta o gasoil cuesta hoy entre dos y tres veces más que a fines de 2023. El informe, elaborado con datos de YPF, muestra que los aumentos acumulados superaron ampliamente a la inflación general proyectada por el Banco Central y afectaron tanto a usuarios particulares como a actividades económicas que dependen del transporte.
Según el estudio elaborado por el diputado Cristian Castro, la nafta súper pasó de $485 por litro en diciembre de 2023 a $1.498 en septiembre de 2025, lo que representa un incremento del 208,9%. En la práctica, llenar un tanque de 55 litros cuesta ahora $82.390, cuando hace menos de dos años se requerían $26.675: una diferencia de $55.715 en apenas 21 meses.
El gasoil tampoco quedó al margen de la escalada. La infinia diésel trepó de $619 a $1.744 por litro, lo que significa un aumento del 181,7%. Para un tanque de 80 litros, como el de una Toyota Hilux, el costo pasó de $49.520 a $139.520, es decir, casi $90.000 más en un mismo período.
Los datos de septiembre muestran, sin embargo, que la velocidad de los incrementos se moderó en comparación con meses previos. Ese mes, los ajustes oscilaron entre el 2,6% y el 4% respecto de agosto, mientras que la inflación proyectada por el REM (Relevamiento de Expectativas del Mercado) del Banco Central fue del 1,8%.
Aunque la aceleración fuerte ya se había registrado en 2024 y comienzos de 2025, la diferencia con el índice de precios al consumidor sigue siendo marcada: todos los combustibles aumentaron en el mes bastante más que la inflación general.
En el detalle por producto, el relevamiento muestra que en septiembre de 2025 la nafta infinia alcanzó $1.721 por litro (+2,62%), el gasoil premium $1.744 (+3,93%), la nafta súper $1.498 (+4,03%) y el gasoil común $1.511 (+2,79%). En todos los casos, las variaciones interanuales se ubican entre el 16% y el 24% respecto de enero de 2024.

Impacto en la economía
El impacto económico de estos aumentos va mucho más allá del bolsillo del automovilista particular. El encarecimiento del gasoil golpea de lleno en la estructura de costos del transporte de carga, el sector forestal, la producción agropecuaria y la logística, actividades centrales en la economía misionera.
Lo mismo ocurre con la nafta, cuyo precio afecta directamente al comercio, al turismo y a las familias que dependen del vehículo para trasladarse a sus lugares de trabajo o estudio en una provincia con distancias largas y servicios interurbanos limitados.
En este escenario, la brecha entre el costo de vida y los salarios reales se profundiza. Los combustibles funcionan como un insumo transversal: encarecen la canasta familiar, aumentan los gastos de los trabajadores independientes y encadenan subas en el transporte público y privado.
El análisis económico concluye que, más allá de la desaceleración mensual observada en septiembre, los precios de los combustibles bajo la gestión Milei acumulan en Misiones un nivel de suba que más que duplica los índices inflacionarios, dejando en evidencia que la liberalización del mercado de hidrocarburos tuvo un fuerte traslado al consumidor final.
En números concretos, llenar un tanque cuesta hoy en Misiones lo mismo que antes podía destinarse a cubrir una canasta alimentaria básica, y los aumentos no muestran señales de retroceso.
Los combustibles se consolidan, una vez más, como un termómetro de la crisis y un recordatorio cotidiano de cómo las decisiones nacionales impactan de manera directa en la economía de las provincias.