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martes, octubre 7, 2025

Guatemala. Mujeres K’iche’ de Totonicapán fundan emprendimiento de tomates y chiles 

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Por Joel Solano. Resumen Latinoamericano, 6 de Octubre de 2025.

El proyecto de un grupo de mujeres que decidió crear su propia organización llamada ASOMEF, (la Asociación de Mujeres Emprendiendo la Economía Familiar), las llevó a producir tomates y chiles.

Para realizar este trabajo cuentan con cosechador de agua de lluvia (captan agua de lluvia) y aboneras orgánicas, que utilizan para cultivar productos orgánicos.

Desde hace dos años en Totonicapán, un grupo de mujeres decidió organizarse en una asociación para cultivar tomates y chiles, producir alimentos orgánicos y generar un excedente económico que contribuya a la economía de sus familias.

Decidieron llamarse Asociación de Mujeres Emprendiendo la Economía Familiar (ASOMEF), un espacio donde buscan que las mujeres tengan voz y voto y producir algunos alimentos.

Se llamó así porque varias de las mujeres aparte de buscar un espacio para desarrollarse también buscaban un proyecto que permitiera la alimentación de sus familias y fortalecer la seguridad alimentaria. 

En busca de la personería jurídica

Actualmente este espacio está integrado por 9 mujeres. Ahora su objetivo se centra en lograr su personería jurídica la cual todavía no poseen. 

Como organización se han presentado ante la autoridad comunitaria, al alcalde de la comunidad y su corporación y tienen el respaldo de la organización de mujeres que la representan como ASOMEF, explica Justa Elizabeth Sapón, secretaria.

Desde un inicio acordaron cómo se trabajaría con el aporte de cada una, la mano de obra para construir invernaderos con lo cual se inició con el sistema de producción de tomate y chile.

Posteriormente buscaron los apoyos. Una de las organizaciones que las apoyó fue el Programa ACTuando Juntas JOTAY, que se estableció en Guatemala en 2017, con la construcción de 2 invernaderos y un cosechador de lluvias y las aboneras orgánicas.

También se les brindó acompañamiento técnico para la producción de tomates para que cada una de las mujeres tengan acceso al tomate y el chile dulce para las familias de las asociadas.

Como excedente lo que se produce se comercializa en la comunidad y en sus alrededores, ya que en la aldea no hay mercado comunitario. Lo que se obtiene de las ventas se guarda. Lo que se busca es crear más producción de tomates y chiles o que en algún momento cada una de las asociadas tengan su propio invernadero para producir.

Mujeres trabajando por la seguridad alimentaria

Justa Elizabeth Sapón, secretaria de ASOMEF señala que decidieron organizarse porque en la comunidad la organización de mujeres es escasa.  

Tomaron esta iniciativa con el afán de mostrar que también pueden trabajar el campo, cultivar y aprovechar este espacio para mostrar sus capacidades como agricultoras de la tierra.

Ellas se encargan no sólo del cultivo sino de fumigarlos y preparar su abono orgánico. Su área de trabajo es la cabecera de Totonicapán.

Ana Carolina Beltrán, asociada, indica que decidieron crear el espacio tomando en cuenta las necesidades en sus hogares en la seguridad alimentaria. Lo que producen es saludable 

Considera que necesitan criar a las nuevas generaciones de manera más sana e identificaron problemas de salud derivados de una mala alimentación como la comida rápida o sopas instantáneas que por sus altos componentes químicos afectan la salud de la niñez. Por eso indican que es necesario una buena alimentación por medio del cultivo sin agroquímicos. 

También buscan desarrollarse y brindar un aporte a su comunidad para cuidar su salud y su economía. Ha sido un espacio que les ha ayudado a poder crecer como mujeres y como personas. “Hemos aprendido bastante a crear nuestros propios alimentos, por eso decidimos crear el espacio” indica Beltrán. 

Mujeres cumplen un rol importante en la agricultura

Teresa Odilia Yax, de ASOMEF, cuenta que el proyecto ha beneficiado a sus familias y a las de la comunidad con la cosecha de tomates orgánicos a un precio accesible. 

Eva Josefina Morales señala que las mujeres tienen un papel importante en la agricultura, ya que los ancestros han enseñado a cultivar alimentos sanos y saludables, como el tomate. “Sabemos que en la familia se contribuye y que mejor hacerlo con alimentos sanos, por eso implementamos esto para dar algo sano, lo que usamos es orgánico como la brosa y otros abonos”. 

Ana Elizabeth Xuruc, otra asociada, indica que el primer invernadero que construyeron fue con el aporte de cada una de las mujeres que integran el grupo. Han recibido apoyo para seguir implementando más invernaderos y seguir cultivando más tomate y chiles. 

Nosotras las mujeres en un inicio dudamos de emprender por la falta de capital, como mujeres nos cuesta mucho conseguir capital, otro fue el espacio porque no contamos con terrenos para cultivar dice Xuruc. 

Otra de la situación es el cambio climático con la falta de lluvias, no hay suficiente agua, lo que hace que en oportunidades las hicieron dudar de emprender. Es por ello que durante la época seca aprovechan los captadores de agua de lluvia para regar sus cultivos y fumigarlos.  

Odilia Victoriana Caniz señala que el proyecto que se tiene en la comunidad son dos invernaderos, que trabajan con las mujeres de la organización. 

En su momento contribuyeron económicamente para obtener su propio cosechador de agua, ya que en la comunidad el agua se usa para las necesidades de casa y no para cultivos.  

El trabajo de la tierra

Por aparte Adelina Cristina Yax manifiesta que las mujeres ayudaron para la construcción de tres invernaderos. Ellas mismas realizaron el picado de la tierra para poder desinfectarla e iniciaron con la siembra de los pilones de tomates, los pilones en el proceso se le ayuda con orgánico para tener un buen resultado. 

Las plantas de tomates se levantan con pita maya (pita de plástico que se consigue en las tiendas agropecuarias y se utilizan bambús para mantenerlas en alto. 

En el proceso de maduración los tomates tienen el color verde, naranja y rojo. Cuando ya están rojos se cortan y se llevan al mercado local para que las familias las adquieran, y consuman nuestros productos explica Yax. 

Con la producción de tomates y chiles las mujeres de ASOMEF esperan seguir creciendo y demostrar que tanto como los hombres, las mujeres son capaces de producir su propio alimento, y mejor si esto apoya a las familias necesitadas y con ello contribuir a la economía familiar. 

La idea de las mujeres es que en un futuro cercano cuenten con su propio invernadero, por ello lo que van vendiendo en la comunidad lo van guardando para seguir produciendo cada vez mejor. 

Fuente: Prensa Comunitaria

Redacción

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