Sofía Martínez sorprendió a sus compañeros de Perros de la Calle con un relato tan impactante como personal. Con la misma naturalidad con la que suele analizar un partido de fútbol o compartir anécdotas de vestuario, esta vez decidió abrir un capítulo doloroso de su adolescencia: el día en que, a los 15 años, fue víctima del famoso «cuento del tío».
“Yo estaba sola en mi casa. Mis viejos no estaban. Atiendo el teléfono de línea —que en ese momento todavía teníamos— y del otro lado me dicen que tienen secuestrado a mi papá”, comenzó su narración. Desde ese instante, la adolescente que era Sofi en ese entonces entró en un estado de desesperación total.
El inicio de la manipulación
Según contó, la voz al otro lado de la línea le exigía dinero y no le permitía cortar la comunicación. “Empecé a revolver toda la casa porque me decían ‘la plata, la plata, la plata’. Busqué sobre todo en el cuarto de mis viejos. Cuando mis padres llegaron más tarde con la policía, me dijeron que ni un chorro se hubiese animado a dar vuelta tanto la casa como lo hice yo”, recordó con crudeza, y explicó que no había plata guardada en ningún lado.

La tensión fue en aumento. Sofía no encontraba dinero y, en su afán por salvar a su padre, terminó entregando objetos personales de gran valor sentimental y material: “Les di mi cadenita, mi reloj y hasta una computadora”.
El momento más crítico
Pero el engaño no terminó allí. Los delincuentes lograron convencerla de que debía salir de su casa y dirigirse a la terminal de ómnibus de Don Torcuato, donde supuestamente la pasarían a buscar. “Para mí estaba la vida de mi papá en juego. Yo decía que sí a todo. En ningún momento dudaba de lo que me decían, estaba convencida de que lo tenían secuestrado”, relató.
El clima de manipulación era tan fuerte que ni siquiera se planteaba cortar la llamada o pedir ayuda. “Me tenían agarrada desde el habla, no me dejaban reaccionar”, agregó.
El desenlace fue tan dramático como revelador. En el preciso momento en que Sofía estaba a punto de salir rumbo a la terminal, su mamá entró a la casa.
“Yo le conté que tenían a papá, que me tenía que ir ya mismo. Entonces ella agarró el teléfono y lo llamó. Mi papá atendió desde la oficina. Estaba bien. No había ningún secuestro. Ahí mi mamá entendió todo lo que había pasado recién cuando me vio abrazar a mi papá como nunca antes”.

Una experiencia que deja huella
El relato de Sofi Martínez generó un silencio en el estudio y una enorme empatía de parte de sus compañeros. Ella misma admitió que todavía puede sentir la angustia de aquella tarde: “Fue desesperante. Yo ya había entregado cosas y ellos ya tenían la dirección. No sé qué podría haber pasado si mi mamá no llegaba en ese momento”.
Con su testimonio, la periodista volvió a poner sobre la mesa la importancia de hablar de estas modalidades de estafa que, aunque parecen viejas, siguen existiendo y afectan a miles de familias. «El cuento del tío» juega con lo más sensible: los vínculos y el miedo a perder a un ser querido.