La superluna es un fenómeno astronómico que siempre produce curiosidad y hasta fascinación en millones de personas. Su definición es simple porque ocurre cuando la luna llena coincide con su punto más cercano a la Tierra en su órbita elíptica.
El astrólogo Richard Nolle acuñó el término superluna en 1979. Debido a su mayor proximidad a la Tierra (perigeo), la luna puede parecer hasta un 14% más grande y un 30% más brillante que cuando se encuentra en su punto más lejano (apogeo).
Puede haber más de una superluna cada año. De hecho, el fenómeno ocurre hasta cuatro veces en ese período de tiempo. El tamaño y el brillo de cada superluna, sin embargo, resultará diferente.
La mayor cercanía de la luna a la Tierra influye en las mareas, que son más altas que lo habitual. Pero la superluna, además de tener significados míticos y legendarios, podría influir en el descanso nocturno.

La neuróloga Faye Begeti en la revista Women´s Health escribió: “Existen varias teorías especulativas sobre la influencia de la superluna en el sueño. Si bien la atracción gravitatoria de la luna influye en las mareas, es demasiado débil como para tener un impacto directo en el cuerpo humano”.
Agrega que “si bien una superluna emite más luz, su brillo palidece en comparación con las luces artificiales de nuestros hogares, que son bien conocidas por perturbar el sueño”.
Para Begeti, “la explicación más convincente de cómo la luna altera el sueño es, en realidad, psicológica”. Aclara luego que, a veces, la gente desestima los efectos psicológicos como menos reales, pero pueden tener un impacto significativo en nuestra biología.

El sueño, recuerda, es un proceso involuntario que requiere una mente tranquila. Entonces, la ansiedad y los pensamientos acelerados dificultan conciliar el sueño. Por otro lado, la emoción por un evento como una superluna también puede tener un efecto poderoso. “Es como intentar dormir la noche anterior a una festividad especial: la anticipación mantiene la mente alerta”, explica la neuróloga.
El primer consejo, entonces, es aceptar el fenómeno y disfrutarlo. “Una noche de sueño alterado no te hará daño y la vida se trata de crear experiencias memorables. Pero una vez que pase la emoción, es importante centrarse en crear una rutina de sueño saludable”, dice Begeti.
Para mejorar el descanso, pone el foco en el efecto de los dispositivos móviles y afirma que “investigaciones recientes muestran que el brillo de nuestros dispositivos generalmente es demasiado tenue como para afectarnos significativamente. Lo que realmente importa es el contenido que consumimos, como noticias estresantes, correos electrónicos de trabajo o interacciones sociales estimulantes que pueden mantenernos alerta y dificultar que la mente se relaje”.

Si es imposible dejar de lado el móvil por completo, habrá que probar con actividades más relajantes, como la técnica ASMR (por las siglas en inglés de respuesta sensorial meridiana autónoma). El ASMR, pendiente aún de mayor investigación científica y muy popular en YouTube, consiste en escuchar sonidos suaves como susurros, golpecitos o ruidos ambientales. Estos sonidos activarían áreas del cerebro relacionadas con la relajación y el placer.