Una pareja de pastores evangélicos fue apuñalada en la ciudad de Córdoba por el hombre que cuidaba la iglesia. Según contó una de las víctimas, una mujer de 72 años, le habían pedido al agresor que dejara la vivienda que le prestaban y eso pudo haber sido una de las razones de su reacción. Su marido permanece internado, en estado “delicado”.
El hecho ocurrió el pasado jueves en la calle Falucho al 100, en el barrio Las Palmas, en el oeste de la capital provincial, donde funciona la iglesia “Jesucristo es el camino, la verdad y la vida”, pero trascendió este lunes con las declaraciones que realizó Beatriz, una de las personas agredidas, en El Doce.
La mujer contó que el agresor estaba en situación de calle hasta que hace unos años comenzó a vivir en una casa situada en el mismo terreno que la iglesia. Los pastores le pidieron que dejara el lugar y empezaron los conflictos.
“Le habíamos prestado un lugar para vivir. Estaba en situación de calle y era una persona que necesitaba. Le dijimos que viniera un tiempo para recuperarse. Hubo una recuperación de él, estaba bien. Nada que pensar. Pero a veces el enemigo viene y trae cosas malas a las personas”, manifestó.
En ese sentido, agregó: “Le habíamos pedido que él pudiera conseguir un lugar para vivir y él tenía que cumplir su palabra. Pero vaya a saber qué le pasó por la cabeza”.
El momento del violento ataque
La mujer contó que el atacante la primero agredió en el cuello a su esposo, Adolfo Aquino, de 76 años, luego se volvió hacia ella y más tarde atacó nuevamente al hombre, hasta que finalmente escapó.
“Yo sentía que no era tan profundo lo que me había hecho, pero estaba bañada en sangre, pero en el caso de mi esposo sí fue bastante, con él se ensañó más. A mí me tiró y se volvió con mi esposo. Quería seguir hasta el final”, remarcó Beatriz.
Además, comentó: “Yo grité muchísimo y ahí me soltó, me empujó y caí de frente. Salí corriendo y pedí auxilio y que llamen a la Policía mientras que yo llamaba a mi hijo para que viniera a socorrer al padre”.
“Después (el agresor) escapó corriendo. Creo que escuchó el auto de mi hijo, sino hubiese seguido”, afirmó.
El agresor está detenido y su marido, “delicado”
La mujer contó que su marido se encuentra hospitalizado en estado “delicado” y con respirador artificial, después de atravesar una operación. “Los médicos esperan ver si el esófago y la zona del cuello se le sanan para poder retirarlo y que respire por sus propios medios”, reveló.
El agresor, cuya identidad no trascendió y quien según vecinos colaboraba en distintas actividades comunitarias de la iglesia, fue detenido el viernes en barrio Ampliación Pueyrredón. Para lograrlo, fueron fundamentales las tareas de investigación y vigilancia, así como también la colaboración de los vecinos de la zona.
ES