El juicio por el femicidio de Natalia Mariani, asesinada el 28 de diciembre de 2023 en Villa Nueva, Córdoba, tuvo un momento central con el testimonio de su hija Lucía Ferrari, quien se presentó como querellante y brindó un relato desgarrador ante el jurado popular.
En su declaración, la joven describió los últimos mensajes que intercambió con su madre, el instante en que se enteró del crimen y los conflictos familiares previos que, según ella, terminaron en tragedia.
“A las 20:47 me llegó un mensaje que decía: ‘¿Por qué le diste las llaves al Gino?’”, contó Lucía. “Me pareció raro porque Gino nunca había entrado a esa casa, yo tenía las llaves conmigo”, agregó. Intentó responder, pero nunca obtuvo respuesta: “Mi mamá me clavó el visto y no contestó más”.
Al día siguiente, recibió un llamado que cambió su vida. “Me llamó mi madrina preguntando por mi mamá, porque no había ido a trabajar. Cuando llegué, la calle estaba cortada, había policías, el portón abierto. Un policía me dijo que al parecer mi mamá estaba muerta”, relató entre lágrimas.
Las demoledoras declaraciones de Lucía sobre su padre
En otro tramo de su declaración, Lucía apuntó directamente contra los dos acusados: su hermano Gino Ferrari y su padre Hernán Ferrari, ambos imputados por homicidio doblemente calificado por el vínculo y por codicia.
“Mi papá me pidió que ahora había que ayudar al Gino, que estaba jodida la cosa, que había que salvarlo”, dijo la mujer.
También recordó una frase que su padre le había repetido en más de una oportunidad: “Mi papá varias veces me ha dicho ‘si no fuera por mis hijos ya la hubiera matado’ y siempre hablaban mal de ella”. Y añadió: “Siento que mi hermano la odiaba y mi papá alimentaba ese odio. Nos decía comentarios como ‘mirá dónde nos dejó tu mamá’”.
La joven describió a Hernán como “muy manipulador” y explicó el trasfondo económico que, según la fiscalía, habría motivado el crimen. “Mi mamá era propietaria de tres casas y de la panadería que administraba mi papá. Después de la separación, mi mamá se enteró que mi papá la echó de la panadería siendo ella la propietaria”, afirmó.
Durante la audiencia se proyectó un video de seguridad grabado la noche del crimen. Lucía reconoció al joven encapuchado que aparecía ingresando a la vivienda: “Era Gino, estaba tapado a pesar de ser verano”, sostuvo, reforzando la hipótesis de premeditación que sostiene la fiscalía.
El pedido de Lucía tras el femicidio de su madre
Conmovida, Lucía cerró su testimonio con palabras que emocionaron a todos los presentes: “Quiero que este juicio se termine porque quiero empezar a vivir. Todos los días necesito a mi mamá, la siento en todos lados”.
La joven también habló del trauma que le dejó la tragedia: “Yo pedí verla. Necesitaba saber qué había pasado, necesitaba confirmar eso. Mi abuelo vino conmigo y entramos, es una imagen que no se me borra. Ver todo eso fue horrible, horrible. No sabía todo lo que había sufrido. A veces sueño con eso”.
