Las declaraciones del exsecretario de Gobierno de Bragado, José Luis Quarleri, en una entrevista en julio con Radio Fiesta 92.5, habían generado una crisis política y derivaron en un escándalo de repercusión local. El funcionario, en su intento de justificar las polémicas contrataciones a «superproveedores» objetadas por la oposición, terminó señalando al concejal Nicolás Araujo de la oposición de cobrar «retornos», una acusación que el edil calificó de «injuria» y «absolutamente falsa».
Contexto de las declaraciones
La entrevista de Quarleri se dio en el marco del debate por la Rendición de Cuentas 2024 en el Concejo Deliberante, donde la oposición había cuestionado las asignaciones a ciertos proveedores, en particular a uno que había facturado millones con 183 órdenes de compra. En su defensa, Quarleri argumentó que las órdenes de compra de su secretaría representaban solo el 1% del presupuesto municipal, que la gestión de compras estaba a cargo de personal de la gestión anterior y que un Tribunal de Cuentas provincial auditaba todo el proceso.
El exsecretario también apuntó a los concejales, acusándolos de no haber investigado si las obras estaban realmente realizadas y de no trabajar por Bragado. Además, cuestionó a los ediles de su propio espacio por no defender la gestión del intendente Sergio Barenghi. Sin embargo, el punto de quiebre fue la acusación directa a Araujo de recibir «retornos».
La respuesta de la oposición
La gravedad de la acusación llevó a la unificación de los distintos bloques opositores. En una sesión del Concejo Deliberante, el concejal Araujo utilizó una moción de privilegio para responder a Quarleri. Exigió una retractación pública en un plazo de 72 horas, argumentando que las declaraciones no solo afectaban su integridad personal, sino también a su familia. «Exijo un pedido de disculpas para mí y para mi familia», manifestó Araujo, y agregó: «Tiene que ser un pedido sincero, donde diga específicamente que pide disculpas por mentir».
Araujo también criticó la «bajísima capacidad» de Quarleri para manejar un simple cuestionamiento sobre las contrataciones al «superproveedor», a quien identificó como un «amigo» del exsecretario. El concejal sostuvo que este proveedor, que no estaría inscripto en ARCA y trabajaría solo, facturó millones en trabajos variados, desde albañilería hasta plomería, lo que generaba dudas sobre la transparencia de los fondos públicos.
La oposición, incluyendo a bloques como Unidos por Bragado, el PRO y La Libertad Avanza, emitió un comunicado conjunto en respaldo a Araujo. «El Sr. Quarleri debe explicar, no mentir inventando delitos», señalaron, dejando en claro su postura de exigir transparencia y documentación en lugar de acusaciones infundadas.
Quarleri nunca se retractó públicamente, y la falta de disculpas mantuvo la tensión en el ámbito político de Bragado. La controversia no solo puso en evidencia las diferencias entre el ejecutivo y el legislativo, sino que también evidenció la unión de la oposición frente a lo que consideraron un ataque injustificado y una cortina de humo para desviar el foco del escándalo de los «superproveedores».
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.