Este año, un joven de Estados Unidos comenzó un nuevo capítulo en su vida. Él, recién graduado de la universidad, se instaló en un país de otro continente con la intención de trabajar y además disfrutar de su flamante hogar en el mundo. Pero, al poco tiempo de mudarse a ese lugar, su experiencia quedó marcada por una desgracia: tuvo un grave problema de salud.
Un hombre estadounidense viajó a Australia por una iniciativa personal y apenas días después protagonizó un desafortunado accidente durante una visita a una playa local. A raíz del hecho, sufrió serias lesiones físicas y debió ser operado de urgencia. Su historia conmocionó a miles de usuarios.
«Nunca sabés lo fuerte que sos hasta que ser fuerte es tu única opción«, es una frase que ronda en Internet y suele ser atribuida a Bob Marley. Este enunciado en particular eligió Max Alley para describir su delicada situación actual.
Max, según información difundida por su familia en redes y también mediante una entrevista con la revista People, es un joven oriundo del estado de Arizona que tiene 23 años y un título universitario en su haber. En la actualidad, se encuentra internado en un hospital de Sídney; lo espera un largo camino de recuperación por delante.
Una decisión que cambió el rumbo de su vida
Por su parte, la hermana del estadounidense, llamada Olivia, contó a través de un blog que el nuevo capítulo en la vida de Max empezó a principios de septiembre.
«Después de graduarse en la universidad, él tomó la determinación de viajar por el mundo durante un año. Cuando estudiaba, tuvo varios compañeros australianos que luego se convirtieron en buenos amigos, por lo que decidió iniciar su nueva travesía en Australia«, escribió la mujer en la página web CaringBridge. Esta es una plataforma sin fines de lucro que apoya a familiares de personas con problemas de salud.

El 3 de septiembre, Max, tras conseguir una visa de trabajo de un año en Australia, voló a la ciudad de Sídney. «Su plan era desempeñarse en una panadería local durante la primera mitad del año y pasar los siguientes seis meses trabajando en una granja o un rancho», aclaró Olivia.
Cómo ocurrió el accidente
Tres días más tarde, el 6 de septiembre, el joven estadounidense fue a divertirse a una playa de la zona junto a sus amigos. En un momento, de acuerdo con el relato de su hermana, todos se metieron al mar.
«Al cabo de un rato, cuando Max se desplazaba por aguas que le llegaban hasta la cintura, se zambulló hacia adelante. Sin darse cuenta, él impactó contra un banco de arena que estaba oculto«, afirmó su hermana.
Los bancos de arena son acumulaciones de arena en el fondo de masas de agua como ríos, mares o lagos. Estos depósitos de arena pueden estar total o parcialmente sumergidos: su visibilidad varía dependiendo de las mareas y la profundidad del agua. Los bancos de arena son formaciones típicas en zonas poco profundas y su ubicación puede modificarse con el tiempo debido al movimiento de las corrientes.
Como consecuencia del impacto directo con el banco de arena, el joven se lesionó la médula espinal. «Se fracturó la vértebra C5. No hubo ninguna travesura de por medio, ni alcohol, ni saltos desde acantilados… Max solo tuvo mala suerte«, indicó Olivia al respecto.

En ese instante, un guardavidas llamado Bailey acudió al rescate al presenciar el accidente en el agua. «Entró en acción, llegó a donde estaba Max con la suficiente rapidez para evitar que se ahogara y lo llevó sano y salvo a la orilla, previniendo así más daños en el cuello«, aseveró su hermana.
Qué pasó después: una compleja cirugía de seis horas
A continuación, el joven fue trasladado al hospital Royal North Shore Hospital, especializado en traumatología. «A pesar de haber tragado agua de mar, Max se encontraba consciente al arribar al centro médico. Pudo llamarnos y decirnos que nos quería. Luego oyó a los médicos explicarle la gravedad de su lesión y la urgente necesidad de una cirugía«, manifestó Olivia.
El paciente se sometió a una compleja operación que duró seis horas para tratar la vértebra fracturada. «Los cirujanos médicos realizaron un injerto óseo y aseguraron su cuello con placas y tornillos», declaró su ser querido.
Después de la cirugía, que resultó exitosa, el joven quedó internado en la Unidad de Cuidados Intensivos debido a la gravedad de su cuadro inicial. «Max fue ingresado en la UCI, sedado e intubado, ya que los nervios de la vértebra C5 controlan la respiración», expresó Olivia, quien hizo referencia al nervio frénico.

Según el centro médico académico estadounidense Cleveland Clinic, este nervio controla el diafragma y es esencial para la respiración. «Nace cerca de la vértebra C3 y se conecta con las vértebras C4 y C5», advirtió la entidad de salud.
Un largo camino hacia la recuperación
Tras pasar algunos días en la UCI, Max comenzó a respirar por su cuenta y mostró signos de mejoría. «Su diafragma comenzó a estabilizarse y se le retiró el tubo respiratorio. Hoy, Max está despierto, alerta y comenzando el largo camino hacia la recuperación«, dijo su hermana en un posteo de GoFundMe, un sitio web donde se recaudan fondos para causas solidarias.
En la actualidad, el joven estadounidense continúa en el hospital. Tiene movilidad limitada, aunque se muestra optimista y anhela poder recomponerse.

Por otro lado, la familia de Max agradeció de manera efusiva a todos aquellos que ayudaron a su hermano y aún siguen haciéndolo, como por ejemplo el guardavidas, los bomberos ―trasladaron al joven al hospital―, profesionales de salud, amigos y usuarios de redes.
«Si conocés a mi increíble hermano Max, sabés que tiene un espíritu aventurero, una gran sonrisa y un alma gentil. Es el tipo de persona que llena de energía y risas cualquier lugar, y el tipo de hermano con el que siempre podés contar«, lo definió Olivia a través de la publicación de GoFundMe.