Los trabajadores del subte paralizaron esta noche el servicio de la Línea H, en reclamo de mayor seguridad ante un episodio de violencia ocurrido en la estación Santa Fe, donde un empleado fue herido durante un ataque con un arma blanca.
La medida fue dispuesta por la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSYP) y la definieron a modo de «autodefensa» con inicio a las 21 «hasta la finalización» del servicio de este martes, en repudio a un hecho de violencia en el que dos trabajadores fueron atacados en la estación Santa Fe.

El gremio reclamó «mayores condiciones de seguridad para trabajadores y usuarios».
En tanto, la empresa concesionaria del servicio Emova precisó que la Línea H se encuentra «interrumpida desde las 20:10 de este martes por una medida de fuerza gremial sorpresiva». Y confirmó que obedecía a «una agresión recibida por dos colaboradores en el acceso de la estación Santa Fe, por parte de un grupo de jóvenes que habitualmente delinquen en la zona«.
La compañía indicó que «uno de los colaboradores sufrió un corte de aproximadamente 4 centímetros en el arco superciliar izquierdo por el que deben realizarle una sutura».
Los dos empleados recibieron «asistencia médica y acompañamiento por parte de la empresa» que también informó que dio intervención a la Policía de la Ciudad.

El gremio, en un comunicado firmado por los dirigentes Roberto Pianelli y Néstor Segovia, explicó que con esta medida de urgencia buscaban reclamar mayor seguridad tras el violento ataque que sufrieron dos trabajadores, un hombre y una mujer.
Los empleados de la Línea H «fueron violentamente atacados en la estación Santa Fe en sus puestos de trabajo. Uno de ellos resultó herido con un arma blanca«, alertó el gremio.
El sindicato advirtió «sobre la escalada de violencia» en su ámbito laboral y reclamó «que se cumplan las condiciones necesarias de seguridad para que las y los trabajadores podamos cumplir con nuestras tareas y los usuarios puedan viajar con tranquilidad».

Tanto la empresa como el gremio dijeron lamentar los inconvenientes que las medidas puedan ocasionar al público usuario.