Argentina vivió una semana compleja en lo político y lo económico. A la derrota legislativa del oficialismo se sumó la presión sobre el peso, la caída de bonos y la búsqueda de auxilio financiero en el exterior.
Cudad de México, 19 de septiembre (SinEmbargo).- Esta semana se convirtió en una verdadera pesadilla para el Gobierno de Javier Milei pero, peor aún, para los bolsillos de los argentinos.
Al colapso político del Gobierno, al que el Congreso y los ciudadanos dieron un rotundo NO contra su propósito quitar fondos a la educación superior y a la salud, específicamente a hospitales pediátricos, se añaden decisiones sin rumbo que han devaluado la moneda gaucha y también han generado una intervención directa del Banco Central de esa nación para retener la caída del peso.
El aumento de la popularidad del opositor peronismo llega en el peor momento de Milei desde que llegó al poder en 2023. La derrota del oficialismo en la elección de legisladores en Buenos Aires, la capital y el mayor distrito electoral del país, cimbró al Presidente el pasado 7 de diciembre, mostrando que el malestar social va en crecimiento.
La maniobra financiera de esta semana, de acuerdo con analistas y la prensa más crítica —como Página 12—, evidencia también la «improvisación» de un gobierno que, sin un plan claro, recurre a medidas de corto plazo para mantener la estabilidad económica antes de enfrentar las próximas elecciones de octubre.