La Policía de la Ciudad detuvo anoche a un peruano de 33 años, señalado por haberle robado un violín de 1916 a un músico cuando se encontraba tomando un helado en el barrio porteño de San Telmo.
El robo se produjo el domingo pasado en una heladería ubicada en la esquina de Defensa y Humberto 1°, frente a Plaza Dorrego. Allí, Guillermo Olguín merendaba con el hijo de su pareja cuando tres descuidistas aprovecharon un momento de distracción para llevarse el violín: «Creo que me venían fichando y que algún dato manejaban. Esto fue un robo orquestado», denunció.
«Tenía el violín en mis pies y los ladrones fueron moviendo minuciosamente las sillas para quitármelo sin que me diera cuenta», contó en una nota con LN+. El estuche negro con el instrumento estaba debajo del asiento donde estaba sentado Olguín.

En el video de las cámaras de seguridad del local, puede verse cómo realizaron el minucioso robo: las tres personas que están sentadas en la mesa contigua fueron moviendo el estuche hacia su lado, hasta que uno de ellos lo tomó. Minutos más tarde, con una maniobra distractiva los sospechosos estaban yéndose de la heladería. En ese momento, Olguín no se percató del robo.
La Policía utilizó las cámaras de seguridad del local para dar con la identidad del imputado y gracias a los registros de antecedentes se pudo acceder a un domicilio. Luego se implantó una vigilancia sobre un domicilio en Anchorena al 500, en el Abasto.
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San Telmo: le roban un violín en una confitería y pide ayuda mostrando a los supuestos ladrones
Cuando los oficiales vieron ingresar al sospechoso, lo demoraron. En ese momento, el compañero de cuarto del imputado hizo entrega del violín robado, el cual fue secuestrado por los efectivos policiales. Fue identificado como C.R., quien ya había sido detenido en ocasiones anteriores también por robo y por hurto impropio.
La causa está en manos Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Número 48, Secretaría 145 del doctor De La Torre. La investigación sigue adelante para detener a los otros dos cómplices.

Olguíne es empleado del Teatro Argentino de La Plata y da clases en la Universidad Nacional de las Artes (UNA). “Soy un simple empleado estatal. No cobro el peor sueldo ni tampoco el mejor”, describió.
En la nota, contó que ese violín es muy identificable porque tiene grabado su nombre y apellido. «El instrumento está hecho por un artesano así que no hay otro igual. Fue hecho en 1916. En el mundo orquestal nos conocemos mucho y ya le pedí a varios conocidos que si se enteran de alguien que lo quiere vender o algo que quieran hacer con el instrumento, que me avisen», contó.
«No voy a decir cuánto puede costar ese violín pero millones no vale; solo puedo decir que con ese instrumento yo me gano la vida», se había lamentado.