Celeste Magalí González Guerrero, una de las personas imputadas por su presunta participación en el triple femicidio de Morena Verdi, Brenda del Castillo y Lara Gutiérrez, rompió el pacto de silencio y se presentó a declarar en la Fiscalía de Homicidios de La Matanza el pasado miércoles.
Según el documento al que accedió El1, Guerrero describió que el 17 de septiembre, dos días antes de que Morena, Brenda y Lara subieran a una Chevrolet Tracker blanca en Ciudad Evita, «Pequeño J” llamó a su celular y le pidió ir a su casa porque “capaz iba con una amiga”. Le aseguró que estaban pintando uno de sus departamentos y no lo podía usar, que por eso le pedía prestado el domicilio.
“El viernes, Julio –“Pequeño J”– me vuelve a llamar para que le abra el portón de mi casa. Luego ingresa una Chevrolet blanca y descienden las tres chicas y tres masculinos. Ahí me dan plata, 1.000 dólares. Me lo da el tío de Julio a quien se lo conocen como “El Duro” -Víctor Sotacuro- “, detalló Guerrero.
Además de “Pequeño J” y “Duro”, la detenida identificó al tercer hombre que llegó a su casa como “una persona grande de tez blanca, canosa y con una pistola Glock en la mano que vestía con ropa deportiva” que recuerda que no tenía tatuajes en los brazos porque estaba arremangado.
¿Qué pasó antes de la llegada de las víctimas?
De acuerdo a la declaración de Guerrero, “antes de que llegue Julio, en la casa estaban Matías Ozorio -ladero de ´Pequeño J´ -, ´Paco´ y ´Nero´: ellos fueron quienes se encargaron de cavar el pozo para enterrar a las chicas”. Según la imputada, removieron la tierra escuchando música a todo volumen. Recién apagaron el parlante cuando llegaron Brenda, Morena y Lara.
Durante unas horas, ella se fue de la vivienda a vender estupefacientes, una actividad que describió como habitual en la zona de San Nicolás y avenida Guillermo Hudson, en Florencio Varela. Al volver, estuvo un rato y luego se volvió a ir del domicilio.
“Cuando estoy saliendo veo tres hombres más con guantes de látex. En ese momento se cortó la música, fue justo cuando llegaron las chicas. Ellos estaban dentro de mi casa, en el comedor, con las luces apagadas. Les habrá abierto Miguel. Seguro llegaron con Paco, Nere y Matías. Uno era muy alto y flaco, el otro medio gordito, de 1.60 mts. y del tercero no me acuerdo. Eran los tres peruanos”, acotó y luego identificó a uno como David Gustavo Morales Huamaní: “El Loco” David. Y al “flaco” como Manuel David Valverde Rodríguez.
Limpiar la muerte
En el marco de la declaración, la detenida contó que “a eso de las cuatro de la mañana” volvió al domicilio y vio a su pareja que “tenía una de sus manos sangrando”. «Me dice que cuando abrió la puerta, una de las chicas quiso salir corriendo para escapar y la maté para que no se escape”, manifestó Guerrero.
Luego, la mujer agregó: “Miguel me dice ´vamos a comprar´ y nos fuimos hasta un kiosco 24 hs. sobre la avenida Hudson, cerca de la estación de trenes, donde compramos como cinco botellas de lavandina, tres juegos de guantes, agua oxigenada para el dedo de Miguel y artículos de limpieza. Después compramos dos bidones de nafta, alrededor de 20 litros. Volvemos a la casa, ellos me preguntan dónde está el campo que está a seis cuadras de mi casa y nos fuimos en la camioneta Julio, el masculino de tez blanca, el canoso, que tenía un arma Glock, Paco y el tío de Julio -el que me dio la plata y yo”.
A horas de la declaración en la UFI de Homicidios de Magalí Guerrero, este jueves, durante la mañana, el fiscal de la causa Adrián Arribas, contó que la declaración de Guerrero acomodó un poco los roles, pero era toda la investigación que se viene dando en la causa. “Todas las personas que ella mencionó ya las teníamos filmadas, con fotos. La declaración de Celeste viene a dar más contundencia en los elementos que tenemos”, indicó.
