Durante décadas, atravesar la cordillera para llegar al Urabá desde Medellín significaba recorrer carreteras empinadas, curvas interminables y un trayecto lleno de riesgos. Hoy, la historia cambió. Colombia inauguró el Túnel del Toyo, también llamado Guillermo Gaviria Echeverri, que con sus 9,7 kilómetros se erige como el túnel más largo de América del Sur. Más que una obra de ingeniería, es un símbolo del progreso y de cómo la infraestructura puede reconfigurar el mapa económico de un país.
Un récord de ingeniería en los Andes

El Túnel del Toyo atraviesa la cordillera occidental y forma parte de una ruta estratégica que une a Medellín con el golfo de Urabá, una salida natural al mar Caribe. Su construcción no solo representa un logro técnico por la complejidad geológica de la zona, sino que también lo posiciona como el proyecto vial más ambicioso de la región.
Reduciendo distancias, multiplicando oportunidades

Antes del túnel, el viaje hacia Urabá era largo y peligroso. Con la nueva vía subterránea, los tiempos de recorrido se reducen de forma drástica, impulsando el comercio, el turismo y la movilidad de miles de personas. La obra facilita además el transporte de mercancías desde el interior de Colombia hacia los puertos caribeños, consolidando al país como un nodo logístico clave.
Tecnología para un tránsito seguro
El Túnel del Toyo incorpora sistemas de ventilación de última generación, iluminación inteligente, monitoreo de tráfico y protocolos de seguridad diseñados para responder ante cualquier emergencia. Todo ello lo convierte en un referente de infraestructura moderna en América Latina.
Impacto económico y social
Más allá de los récords, este túnel ya está transformando la vida de las comunidades. Mejora el acceso a servicios, conecta regiones históricamente aisladas y abre la puerta a nuevas oportunidades de inversión. Para Antioquia, se trata de un proyecto que simboliza la integración entre la montaña y el mar, y para Colombia, un hito que demuestra la capacidad de afrontar retos geográficos con visión de futuro.