Nory Sontay y su madre, Estela Ramos, fueron a su cita de inmigración en Los Ángeles en julio pasado, como lo habían hecho otras veces.
Sin embargo, en lugar de regresar a su casa en Los Ángeles, fueron deportadas a Guatemala, su país de origen. Poco después, su madre falleció debido a una afección hepática que había padecido por años.
La joven era una alumna destacada de la Preparatoria Manuel Contreras y vivía con su madre en Los Ángeles desde hacía unos 10 años. Relata que, al ser detenida, le quitaron los medicamentos de su madre.
Una familia pide ayuda después de que una adolescente y su madre fueran detenidas y deportadas durante su audiencia de inmigración.
“No le dieron su medicamento”, cuenta Sontay desde Guatemala. “Eran sus medicamentos los que le estaban dando fuerzas y, por no tener sus medicamentos, ya no aguantó”.
Su madre tenía 45 años al momento de fallecer.
Madre e hija salieron de Guatemala después de que Estela Ramos fuera atacada violentamente por miembros de una pandilla ante la mirada de su hijo. Ellas pidieron asilo político cuando el presunto responsable fue liberado, pero la petición fue rechazada por un juez de inmigración por falta de pruebas.
“Las personas que trataron de matarla se estaban escondiendo de ellos. Mi mamá falleció y yo todavía tengo miedo de lo que va a pasar”, señala la joven.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas le dijo a NBC que se le hizo una evaluación médica a Estela Ramos y le recetaron medicamentos en su breve estadía en el centro de detención de Texas. ICE agrega que madre e hija recibieron el debido proceso y agotaron todas las opciones legales.
Pese a la pérdida, los sueños de Nory Sontay no se han derrumbado.
“[Quiero] poder regresar y luchar por mis sueños como mi mamá quería”, dice la joven.