Con la llegada de los días primaverales y los vientos más intensos, el polvillo se vuelve un enemigo. En calles de tierra, se necesita del regado para su control.
Sebastián, junto a otros vecinos de la zona noroeste de la ciudad, se comunicaron con R2820 para solicitar que la Dirección de Obras Sanitarias incluya en sus recorridas una regadora que pase por las calles de los barrios Curita Gaucho y Miguel Ángel.
El pedido hace especial hincapié en la calle Tula Acosta, principal vía de ingreso y egreso hacia Boulevard De María, donde la situación se torna más crítica por el tránsito vehicular constante.
Los vecinos manifiestan que los chicos y padres que se dirigen diariamente a las escuelas, ya sea caminando o en bicicleta, sufren las consecuencias del polvo en suspensión. «Quedan blancos de polvo» cuando son superados por algún vehículo, señalaron los consultados.
La presencia de una regadora municipal contribuiría a mejorar notablemente la calidad del aire y las condiciones de tránsito en estos barrios, especialmente en los horarios de entrada y salida escolar.
