Durante las últimas 24 horas, Guatemala ha registrado 17 emergencias relacionadas con las precipitaciones, que incluyen caída de árboles, deslizamientos, derrumbes e inundaciones, informó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
La institución detalló que 134 personas resultaron afectadas y 30 de ellas fueron catalogadas como damnificadas. Asimismo, se reportan 27 viviendas con daños moderados en distintas zonas del país.
Estos incidentes se suman a las 49 emergencias documentadas en las últimas horas del viernes, que impactaron a 1.500 personas y provocaron daños en al menos 310 hogares.
La secretaria ejecutiva de la Conred, Claudinne Ogaldes, informó en sus cuentas oficiales que, desde el inicio de la temporada de lluvias en mayo, se contabilizan 40 personas fallecidas, entre ellas niños y adolescentes. La temporada se extiende hasta octubre, por lo que las autoridades mantienen activos los protocolos de respuesta.
Uno de los eventos más graves ocurrió en la noche del viernes en Senahú, Alta Verapaz, donde un deslave en el barrio Las Gallinas cobró la vida de tres personas. Además, varias comunidades permanecen incomunicadas debido a los daños en la red vial.
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Pronósticos preocupantes del Insivumeh
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) advirtió que la onda del este número 32, que ingresó al territorio guatemalteco el 15 de septiembre, mantiene condiciones inestables. A su vez, se prevé la llegada de otra onda del este el próximo 2 de octubre.
De acuerdo con la entidad, entre el 19 y el 24 de septiembre se esperan acumulados de lluvia superiores a 200 milímetros en el oeste del país, más de 150 mm en la bocacosta y la Franja Transversal del Norte, y más de 100 mm en el altiplano central, niveles que califican como altos para esta época.
Los pronósticos también señalan que, hacia finales de septiembre, los acumulados podrían alcanzar 550 mm en regiones del norte, Caribe, occidente y altiplano central. En sectores como la Franja Transversal del Norte, el centro y la bocacosta oriental, las precipitaciones podrían oscilar entre 400 mm y 700 mm.
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Un reto compartido en Centroamérica
El impacto de las lluvias en Guatemala también es un recordatorio para países vecinos como El Salvador y Honduras, donde fenómenos similares suelen ocasionar emergencias cada temporada. En un contexto de cambio climático y aumento de la vulnerabilidad de las comunidades rurales, la gestión del riesgo cobra mayor relevancia.
Tanto organismos de protección civil como comunidades locales refuerzan medidas de prevención, desde la identificación de zonas de riesgo hasta campañas de información para reducir pérdidas humanas y materiales. La coordinación regional es clave, ya que los sistemas de lluvias no reconocen fronteras.
En este escenario, Guatemala enfrenta semanas críticas en su temporada lluviosa, con un llamado a fortalecer la preparación comunitaria y a mantener la atención en las alertas oficiales. Para las familias afectadas, el desafío inmediato es recuperar la seguridad en sus viviendas y caminos, mientras el país se prepara para nuevas ondas tropicales en los próximos días.
