Aún retumba en mis oídos el concepto. “Horarios de mamá” es la manera en la que algunos describen la aplicación de medidas de conciliación al horario de sus trabajadoras, explicó el sábado la secretaria general de CCOO-PV, Ana García Alcolea, que participaba en una mesa redonda con otras mujeres, progresistas, convencidas de que el feminismo debe seguir en lucha porque el patriarcado se siente amenazado. Me quedé con los detalles: mujeres a las que en una reunión les dicen “cómo has mejorado” sin que nadie les pida opinión mientras recuerdan, día tras día, que en su casa les dijeron eso de “estudia para no tener que depender de ningún hombre”. Asentían mientras iban narrando esas escenas que todas, alguna vez, voten al partido que voten, han protagonizado. Ahí está nuestra sororidad.
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