En los últimos días, se hicieron la calzada y la vereda en la desembocadura del canal de la zona norte de la ciudad. La última etapa concluye con la limpieza integral del lugar.
La Secretaría de Desarrollo Territorial e Infraestructura, continúa con la intervención en Clavarino y Misiones sobre la desembocadura del canal pluvial.
Se trata de la extensión de la desembocadura para encauzar las aguas de lluvias que llegan desde distintos barrios del norte de la ciudad hacia el río Gualeguaychú.
Durante el último mes se prolongó el vano de 2,50 metros de ancho en una longitud de 12 metros. La estructura se ejecutó íntegramente en hormigón armado y con personal propio de la Secretaría de Desarrollo Territorial e Infraestructura.
Además, durante las últimas semanas se concretó la pavimentación de la nueva calzada de hormigón, que ya une la zona de la desembocadura con el boulevard De León y nuevas veredas sobre el lado norte.
Actualmente, se encuentra pendiente el retiro del encofrado utilizado para el tramo de ampliación del conducto, y además ya se cuenta con el material para la instalación de las barandas de seguridad que delimitarán el canal y completarán la protección perimetral, las cuales serán construidas por los herreros municipales.
La nueva calzada conectará de manera continua la esquina de la desembocadura con el boulevard De León, facilitando la circulación vehicular y peatonal.
Como etapa final, el Municipio llevará adelante una limpieza integral del sector y del propio canal, retirando restos de obra y residuos acumulados para restablecer el flujo normal del curso pluvial y mejorar el entorno urbano.
Un nuevo espacio de seguridad ciudadana
Sobre la superficie generada por la extensión de la desembocadura se instalará, además, una de las cinco Oficinas Urbanas de Seguridad que el Municipio desplegará en puntos estratégicos.
Estas dependencias estarán conformadas por contenedores de acero reacondicionados.
Historia y contexto
El Canal Clavarino es una de las principales obras de desagüe pluvial de Gualeguaychú. Su traza se remonta a los primeros planes de saneamiento urbano de comienzos del siglo XX, cuando se abrió una zanja a cielo abierto para conducir las aguas de lluvia hacia el río Gualeguaychú.
Con el tiempo, se transformó en un cauce entubado que permitió resolver problemas de anegamiento y avanzar en la urbanización del norte de la ciudad. L
a actual intervención —que amplía la desembocadura y completa el pavimento— continúa esa integración entre infraestructura hidráulica y desarrollo urbano, sumando conectividad, seguridad y ordenamiento al sector.
