La medida busca incentivar a los productores a liquidar exportaciones en el corto plazo y reforzar las reservas en un contexto de fuerte necesidad de divisas.
Según fuentes oficiales, la decisión se enmarca en una estrategia de estabilización económica y se espera que tenga impacto directo en el ingreso de dólares al país.
La eliminación transitoria de derechos de exportación beneficiará a todos los granos, lo que representa un cambio significativo respecto de la política tradicional que mantenía distintas alícuotas según el producto. En la práctica, el Gobierno apuesta a que productores y exportadores aprovechen la ventana de oportunidad y aceleren las operaciones de venta al exterior.
Si bien la medida fue recibida con expectativa por el sector agroindustrial, especialistas advierten que su impacto dependerá de la magnitud de la liquidación en las próximas semanas. Al mismo tiempo, algunos analistas señalan que se trata de un alivio de corto plazo y que aún restan definiciones sobre la política impositiva del agro a partir de noviembre.
Con este anuncio, el Ejecutivo vuelve a poner al campo en el centro de la estrategia económica, a la espera de que el ingreso de dólares frescos otorgue cierto margen de maniobra en un contexto de tensiones cambiarias y sociales.