El astro brasileño que encandiló a toda la afición del FC Barcelona en su estancia del 2003 al 2008 cumplió los 40 años de una forma que nunca habría imaginado. Ronaldinho fue detenido por las autoridades en un viaje a Paraguay por posesión de documentos falsos. Un hecho que provocó que fura internado en una prisión nacional durante un mes.
Todos estos hechos acontecieron durante un trayecto al país sudamericano en pleno COVID-19 para realizar una campaña publicitaria de concienciación por los niños desfavorecidos. Sin embargo, en el aeropuerto las fuerzas de seguridad detectaron que, tanto él como su hermano, tenían unos pasaportes falsos. Ambos fueron trasladados directamente a la Agrupación Especializada, una sede policial que sirve de cárcel para casos de narcotráfico o corrupción nacional.
Los primeros treinta días los pasaron en este recinto, hasta que su pareja pagó la fianza y fueron movilizados a un hotel de lujo en el que cumplieron el resto de la pena en libertad bajo fianza. Sin embargo, en este mes que el ganador del Balón de Oro en 2005 pasó entre rejas, protagonizó una de las anécdotas más únicas de su vida.
Fútbol y cochinillo, la vida de Ronaldinho en la cárcel
En este centro penitenciario era común la celebración de un torneo de fútbol entre los presos. Un certamen al que Ronny no dudó en apuntarse consagrándose como vencedor. El premio fue de lo más original: un lechón de 16 kilos. Además, después de esta anécdota fue visitado por el exfutbolista paraguayo Nelson Cuevas, 43 veces internacional con su país.
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La vida extradeportiva de Ronaldinho siempre se ha puesto en entredicho, pero estos hechos sin duda fueron “Una fase difícil”, según el propio futbolista. “Gracias a Dios. No tengo palabras para agradecer todo el afecto y el apoyo que he recibido en estos últimos meses”, afirmó días después de su puesta definitiva en libertad.
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