Por Marcelo Carbone
Al hablar de nichos, hablamos de posibilidades, de distintas cuestiones para generar emprendimientos. Los nichos son segmentos pequeños, es un conjunto de gente que tiene necesidades o características similares, que la hace potencialmente demandante. Por ejemplo, en lugares o en días en que siempre llueve y diluvia, o que uno sabe que puede diluviar, debería haber alguien vendiendo paraguas.
Un emprendimiento no puede ir siempre detrás de la última oportunidad, sino que tiene que enmarcarse en un mercado y en personas que lo sostengan. Hay cosas que no son sustentables como concepto de negocio.
Los nichos deben ser personas que tengan una necesidad sustentable, es decir, un grupo que pueda hacer compras repetitivas o que tenga una demanda que se repita en el tiempo. Es decir, deben recurrir a uno varias veces. Hay que ver si la oferta de valor que uno puede ofrecer cubre esa demanda. Si esa cobertura está, hay un negocio. Hay que satisfacer ese producto, ese servicio o ese negocio.
Muchas veces, los emprendedores encuentran negocios en sus necesidades. Y esto no necesariamente se replica en el mercado. Hay que entender que la necesidad que uno tiene es la misma de otra gente, con un número que permita mantener el negocio.
Públicos y comunicación
Muchas veces, un mismo emprendimiento puede tener a la vez cinco públicos distintos que se satisfacen con el mismo producto, que en distintas necesidades. En estos casos, hay que manejar bien un mensaje grande que llegue a todos, o un mensaje pequeño que llegue a cada uno.
Por último, hay que saber comunicar este negocio a este nicho. Se tiene que saber qué se va a vender u ofrecer y a qué público. También es importante saber el momento y el lugar en que se ofrece el producto. Por eso, el orden es identificar la necesidad; segundo, el negocio; y tercero, saber comunicarlo.