Para que Disney produzca una película sobre la vida de alguien, esa persona tuvo que haber hecho algo mínimamente interesante por el mundo. Whitney Wolfe Herd dejó chica la consigna: a los 22 años cambió la historia de los vínculos y poco después, como consecuencia de ello, se convirtió en una de las jóvenes más ricas del planeta.
Swiped, recientemente estrenada en Disney+, cuenta la historia de la fundadora de las app de citas Tinder y Bumble, Whitney Wolfe. Lily James la interpreta a pesar de que la producción no contó con su aval.
En conversación con CNBC, la empresaria estadounidense de 36 años dejó en claro que no participó en el proyecto al asegurar que le parece “demasiado extraño” ver su representación en el tráiler.
“Francamente, me informaron de esta película cuando ya estaba en pleno auge. Creo que ya habían escrito el guion y hecho todo lo demás. Incluso le pregunté a mi abogado hace dos años: ‘¿Qué hago? No quiero una película sobre mí. ¡No la hagan!‘”, admitió.
Ahora, rendida tras el estreno, celebra la elección de James para el papel y se resigna a verla. La pregunta, sin embargo, permanece frente a este desencuentro: ¿qué hizo Wolfe para merecer una película? Repasemos sus años clave.
La mujer que plantó la semilla de Tinder
Whitney Wolfe nació como resultado del amor de Kelly y Michael Wolfe, un matrimonio pudiente del mundo inmobiliario de Salt Lake, Utah. Cursó Estudios Internacionales en la Universidad Metodista del Sur. Hasta los 22 años fue parte de una hermandad y se dedicó a la filantropía.
En 2012 ingresó en el mundo de las apps de citas para nunca más salir.

Se unió al proyecto de Tinder de Rad y Chris Gulczynski como vicepresidenta de marketing, y fue clave para el ascenso de la empresa: inventó el nombre de la app y la dio a conocer entre los jóvenes del país.
Dos años después, renunció a esa empresa en medio de un escándalo: presentó una demanda por acoso sexual que derivó en la renuncia del director de marketing y exnovio, Justin Mateen. Denunció «actos atroces».
Ese 2014 decidió alejarse para siempre de las apps de citas, pero recibió una propuesta difícil de rechazar. El creador de Badoo, Andrey Andreev, la tentó para incorporarla en su equipo: proponeme una idea –ofreció- y así nació Bumble.
Bumble, una idea millonaria
En diciembre, Wolfe se mudó a Texas y fundó Bumble, una app de citas prácticamente igual a Tinder, pero en donde las mujeres mandan.

En esa aplicación son ellas quienes tienen el poder: solo las chicas pueden iniciar una conversación y, en caso de no hacerlo, la coincidencia se elimina después de 24 horas.
Bumble nació en respuesta de todo aquello que a Wolfe no le cerraba de las aplicaciones como Tinder o Badoo. La empresaria la comparó con un baile en donde las mujeres invitan a los hombres.
Para 2015, Bumble ya tenía 13 empleados (solo un hombre) y había registrado más de 15 millones de conversaciones (más de un 90% iniciadas por mujeres) y 80 millones de coincidencias.
Cuatro años más tarde, una venta multimillonaria confirmaría su importancia en el mercado de las start-ups: la empresa matriz de Bumble, Magic Lab, fue vendida a The Blackstone Group, movimiento que culminó con la renuncia de Andreev tanto a Bumble como a Badoo.

Entonces, Magic Lab pasó a ser de Wolfe y, en consecuencia, también la responsabilidad de sus 3000 millones de dólares de valoración y su participación del 19%.
En mayo de 2023, el patrimonio neto de Wolfe alcanzó los 510 millones de dólares y Bumble iba camino a ser la app de citas más descargada en todo Estados Unidos por sobre Badoo y su la exempresa de Whitney, Tinder, flamante competidora.
Hoy, la presidenta y directora ejecutiva de Bumble goza de una catarata de reconocimientos a su fortuna, entre ellos el de haber sido la multimillonaria más joven del mundo en 2021.
Vive en Austin con su esposo y sus dos hijos chiquitos mientras recibe las repercusiones de una película que, a pesar de que ella tiene solo 36 años y todavía mucho por delante, repasa toda su vida.