Un testigo de las ejecuciones en Corea del Norte a manos del régimen de Kim Jong-un asegura haber presenciado el fusilamiento en vivo de un amigo suyo por ver y distribuir películas y series surcoreanas.
“Era como un hermano menor para mí. Solo tenía 22 años, pero fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento acusado de ver y distribuir 70 canciones y tres series de televisión surcoreanas”, dijo el desertor Kim Ilhyuk a El País.
El episodio ocurrió en julio de 2022. El norcoreano habló de la ejecución de su compatriota para referirse al artículo de la Ley de Rechazo de la Ideología y la Cultura Reaccionarias de Corea del Norte que aplica pena de muerte contra cualquier ciudadano que “introduzca, vea o distribuya ideología y cultura reaccionarias”, en función de su gravedad.
Ilhyuk recordó cuando de niño escuchaba la radio y veía la TV surcoreanas por estar cerca de la frontera con ese país. Le llamaba la atención cómo, a diferencia de lo que sucedía en Corea del Norte, en los noticieros del país del Sur se criticaba abiertamente las decisiones gubernamentales del país.
Para él hubo un giro represivo que se tradujo en un endurecimiento de castigos vinculado con el consumo extendido de cultura extranjera en los hogares con jóvenes. Estos -entiende Kim- comenzaron a compartir muchas más series, música y películas en USB en tiempos de pandemia.

“Supongo que el Gobierno norcoreano sintió que algo iba muy mal; que aquello era un signo de corrupción, una amenaza al estilo de vida socialista”, sugirió.
Contó que el líder del país lleva a cabo dos ejecuciones cada tres meses mediante pelotón de fusilamiento y que es obligatorio asistir.
Corea del Norte, más aislado que nunca
En un año en que Corea del Norte aparece más aislada que de costumbre, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos publicó la semana pasada un informe que asegura que el país “amplió considerablemente” la aplicación de la pena de muerte en la última década.
Muchas de las ejecuciones fueron por consumir o difundir información extranjera (como publicaciones, películas o música) procedente de naciones que Corea del Norte califica de “hostiles”.

Kim ahora vive en Corea del Sur, adonde pudo llegar tras escapar de su país en barco. Logró fugarse con su mujer embarazada y su madre a la isla surcoreana de Yeonpyeong. El hombre llevó las cenizas de su padre en un cofre.