Redacción El País
El nombre de Julia Paternain ya quedó inscripto en la más rica historia del deporte de Uruguay luego de su épica conquista en el Mundial de atletismo de Tokio, Japón, donde obtuvo la medalla de bronce en la maratón femenina.
Con un tiempo de dos horas, 27 minutos y 23 segundos, la uruguaya de 25 años que vive en Estados Unidos se subió a un podio especial ya que fue el primero de la Celeste en los mundiales absolutos de este deporte.
“Ha pasado un poco más de una semana desde este momento tan especial, y por fin estoy de vuelta en casa, descansando como se debe (correr un maratón + una diferencia horaria de 16 horas no es cosa fácil)”, comienza diciendo el posteo que Julia publicó en su cuenta de Instagram.
“Primero lo primero: GRACIAS! A todos los que me escribieron, me alentaron y me apoyaron en todo este camino, no se imaginan lo que significa para mí. Ojalá pudiera responder cada mensaje, pero sepan que los he visto todos y estoy inmensamente agradecida Representar a Uruguay y llevar puesta la Celeste en un escenario mundial será siempre uno de mis mayores honores”, agrega.
Además, la atleta que nació en México, que es hija de padre y madre uruguaya y que compitió a nivel juvenil por Gran Bretaña, contó detalles de cómo vivió los últimos metros de una memorable carrera: “Ahora, déjenme explicarles esos últimos cientos de metros. Los que han corrido conmigo saben que suelo estar en mi propio mundo cuando corro. Me he perdido más veces de las que puedo contar, soy pésima con las direcciones, y en ese momento ni quería pensar en cuánto faltaba porque, sinceramente, estaba en un dolor total. Esos últimos kilómetros de una maratón son lo que lo hacen tan especial, pero cómo DUELEN a veces!”.
“Así que cuando llegué a la recta final, ni siquiera estaba segura de que era el final… solo lo esperaba. Crucé la línea, un camarógrafo me dijo que estaba tercera y quedé en completo estado de incredulidad. No fui All-American en la universidad. Solo clasifiqué una vez al NCAA Outdoor y llegué última. Mi camino universitario no apuntaba a este momento. Fui de las últimas en clasificar a esta carrera… y de alguna manera, terminé con una medalla de bronce. Todavía se siente irreal”, narró.
Foto: AFP.
“Y bueno, claramente el póker no está en mi futuro, porque mi cara lo delató todo”, dijo respecto a cómo se sorprendió al cruzar la meta en un momento épico.
Por otra parte, Julia dejó un mensaje motivador en medio del auge que provocó su histórica medalla en el Mundial de atletismo: “Todo esto para decir que: el proceso SIEMPRE por encima del resultado. No soy de frases motivacionales medio vacías, pero sí creo en algo: simplemente intentarlo. No siempre se necesita una gran meta al otro lado, a veces solo hay que empezar. Allá afuera no pensaba en nadie más, solo corría. Hacía lo que podía hacer, y mientras supiera que había dado lo mejor de mí (cursi, lo sé), podía irme de esa carrera con la frente en alto”.
“Por ahora, toca celebrar con amigos y familia, y después resetear para lo que venga”, contó la atleta que mientras disfruta de sus afectos tras este enorme logro, cerró su mensaje saludando a Japón —donde obtuvo el bronce— y por supuesto, a su país: “Arigatō y Uruguay noma!”.
