VIVE Global: Descubre el Mundo en Directo

15.1 C
La Plata
jueves, septiembre 25, 2025

Malba Puertos celebra un año con la exposición de Florencia Böhtlingk sobre naturaleza y comunidad

Más Noticias

A fuerza de una explosión exuberante de colores, la artista Florencia Böhtlingk, que el sábado último inauguró en Malba Puertos su muestra Juro que todo esto sucedió en un día, desalentó el agorero pronóstico de tormenta por la tarde y pudimos disfrutar de sus 90 obras que recorren no solo su vínculo con la paleta cromática, sino sobre todo su búsqueda de diálogo con la naturaleza misionera, cuya desmesura no se deja atrapar.

La artista Florencia Böhtlingk y la curadora Alejandra Aguado en la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.La artista Florencia Böhtlingk y la curadora Alejandra Aguado en la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

La exhibición, exquisitamente curada por Alejandra Aguado, presenta trabajos producidos entre 2010 y 2024 que ofrecen una visión panorámica de un estilo único que combina geometría y gestualidad, tal como destaca Aguado en su texto curatorial.

En Böhtlingk vibra la urgencia de retener lo que la asombra, pero cuando la naturaleza domina el lienzo resulta imposible capturarla. Por eso la artista encontró su estilo en esa multiplicación de paisajes que se funden con costumbres y hábitos sociales, en encuentros con lugareños que son parte de la vida en la selva misionera, en la ribera rioplatense o en la gran ciudad.

Una seducción insoslayable

La artista, presente en la recorrida de prensa, admite que la pintura y la naturaleza ejercieron sobre ella una seducción insoslayable, que describe como “flechazo”.

Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de  la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

Fue interesante su vivencia en los años 90 cuando llegó a Misiones buscando los Saltos de Moconá y se encontró con que, por mucho que pintara en el escenario vivo de la selva, sus obras se resistían a registrar los fragmentos de esa vida que observaba como un paraíso perdido.

Pero su práctica artística evolucionó y hoy, lo que el visitante disfrutará en Malba Puertos, a una hora de Buenos Aires, es una cartografía bella y vibrante. Es la selva, sí, pero también son los rituales de sus habitantes, y la vida en el Delta, entre otros entornos que nos rodean, sin que seamos conscientes.

Si se tiene en cuenta la escenografía de Puertos en el partido de Escobar, parece que el museo hubiera estado esperando la exposición de Florencia Böhtlingk.

La muestra abre con dos obras de gran porte donde solo hay palabras: mandioca, tucanes, Jesús, motosierra madereros, Paraná, mate, Paraguay, tabaco, Iguazú, pueblo, elecciones, patria… así, en distintos tamaños las palabras, en distintos colores, ocupan toda la tela en las dos obras. “La campaña”, de 2019, pieza del Malba, y “Las palabras son imágenes” son dos pinturas que exhiben los espacios que la artista habita. Con ese cúmulo de palabras describe las dimensiones sociales, geográficas, económicas y políticas de sus paisajes.

Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de  la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

La primera surgió como respuesta a una elección política de clima muy complicado en 2019, y la otra fue creada durante la pandemia del covid-19. Su objetivo fue que la artista, confinada en Buenos Aires, pudiera de alguna forma regresar a Misiones, a la libertad de esa selva que, entre verdes salvajes y el rojo de la tierra, no se parece a ningún otro sitio.

A lo largo de la recorrida volveremos a encontrarnos con las palabras de Böhtlingk, recuperadas de otra forma: en veladas de amigos que aparecen luego representados en las pinturas, que también habitan un paisaje humano al que dedica varias piezas.

Remanso en la naturaleza

Malba Puertos se ha convertido en una opción muy atractiva para nuevos públicos, una suerte de nodo para quienes no llegan a Buenos Aires para visitar un museo, pero sí se interesan por un espacio donde no solo disfrutan de arte, visitas guiadas, una gastronomía agradable, sino que también tienen actividades culturales y talleres siempre vinculados a las exposiciones permanentes y temporarias.

Estas acciones son las que lleva adelante la coordinadora de Malba Puertos, Eleonora Jaureguiberry, quien le cuenta a Clarín que en este primer año de vida (21 de septiembre de 2024 se inauguró) recibieron 260 mil visitantes. Y 90 mil personas pasaron por la muestra de Xul Solar. No solo el museo se abre a nuevos públicos, sino que los artistas que exponen también se abren a otra clase de audiencias, cuyo concepto de comunidad es muy diferente al del visitante de la Ciudad de Buenos Aires.

El museo se inserta en una geografía muy tentadora para el arte. Desde el norte llegan visitantes de Rosario, y de las ciudades entrerrianas de Paraná y Gualeguaychú. Desde el oeste, allí están los visitantes de Ituzaingó, Moreno o Zárate-Campana, a 20 minutos de viaje. Al norte, San Isidro.

Y lo más interesante es que, como nos cuenta Jaureguiberry, “la gente viene y se encuentra con un museo gratuito que percibe amable”. El público nuevo no siente que tiene que estar preparado en historia del arte para disfrutar lo que ve, y lo que recibe es un recorrido por el proceso del arte y de los artistas que exponen.

La coordinadora de Malba Puertos, Eleonora Jaureguiberry; la curadora Alejandra Aguado y la artista Florencia Böhtlingk en la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.La coordinadora de Malba Puertos, Eleonora Jaureguiberry; la curadora Alejandra Aguado y la artista Florencia Böhtlingk en la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

Volvemos a recorrer la muestra de Florencia Böhtlingk, quien ya en ARCOmadrid explicaba hace dos años cómo fue su proceso evolutivo en estos años, cuyo resultado son las obras expuestas: “En el 92 empecé a viajar a Misiones. Me interesaba el surrealismo, el paisaje onírico, empezaba por entonces a hacer terapia. Había comenzado a interesarme en el romanticismo, una corriente donde el paisaje es dominante, y la naturaleza enseguida me impactó. Quedé deslumbrada. Era un encuentro del mundo de la historia del arte, que yo venía siguiendo, y la naturaleza. La naturaleza superaba la fantasía.”

Fue cuando comenzó la búsqueda de su propio estilo en un intento por ordenar el caos: “En la selva todo se enreda, todo está encimado. Es difícil distinguir una cosa de la otra. Entonces surge en mí un deseo de ordenar, aunque sea en la pintura”, dijo entonces la artista.

Y queda claro en las pinturas presentadas que algo de la vida salvaje de la selva se queda en la obra, a veces completamente abstracta y otras, figurativa. No puede atrapar el instante de luz que se le escapa en el verde, sin embargo, en algunos de sus óleos la luz luce como si fueran acuarelas.

Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de  la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

Entre papeles, acuarelas y óleos

El director artístico del Malba, el brasileño Rodrigo Moura, contó a los asistentes cómo se decidió la muestra de Florencia Böhtlingk en Puertos: “Abrió su taller para nosotros, para mí y para Alejandra (Aguado, la curadora), y aceptó hacer un recorte. Entre papeles, acuarelas u óleos en diferentes formatos son 90 obras. En esa visita vimos una obra fresca y madura al mismo tiempo, con un dominio impresionante de la visualidad moderna y al mismo tiempo con una concepción muy personal. Nos sorprendió que no hubiera una retrospectiva de esta obra”, dijo, y agregó que la iconografía en la obra de la artista dialoga con Malba Puertos y su entorno.

Hay trabajos en los que Böhtlingk apela a la simplificación de su paleta cromática en una búsqueda minimalista de retener, quizá, los destellos más primigenios que luego se convertirán en esos colores que, en sus obras de mayor porte, resultan deslumbrantes.

Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de  la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

En una parte de la espaciosa sala de la exposición que da al lago, el montaje es impresionante. Los visitantes podrán caminar entre las pinturas y descubrirán, por sorpresa, que algunas de ellas tienen detrás autorretratos de la artista, cuyas referencias pictóricas resultan familiares.

En una explosión de amarillos y ocres, donde el verde se cuela sin disimulo, agrega collares, objetos, frutas esto es, objetos y alimentos que son registros de encuentros con los otros, con esos habitantes cuyas vidas le interesan a Florencia Böhtlingk tanto como la naturaleza.

Vuelve a la palabra en las piezas donde el protagonista lee “Crimen y castigo”, la joya de Dostoievski, o “Cien años de soledad”, de García Márquez, en cuyo reverso del lienzo se observa un autorretrato de 2018.

Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de  la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

Dejamos la muestra con la certeza de habernos asomado a un paraíso personal que la artista ha creado para sí y para darnos testimonio de que el arte puede ser un reto para descifrar los signos de la naturaleza, pero también una crónica de lo cotidiano concediéndole un matiz deslumbrante.

Chaile y la poesía

Dejamos la muestra de Florencia Böhtlingk para cruzarnos a la sala permanente dedicada a la obra de Gabriel Chaile, en la que se presenta hasta fin de año el conjunto escultórico de seres antropomorfizados que presentó en la Bienal de Venecia en 2022, y que construyen un retrato de su árbol genealógico.

Alrededor de una pieza central, Rosario Liendro, su abuela, reconstruida bajo la forma de una empinada pipa, se reúnen José Pascual Chaile, Irene Durán, Pedro Chaile y Sebastiana Martínez, miembros de un clan familiar conjeturado a partir de relatos orales. Sus tótems son ya monumentales trabajos reconocidos en Europa.

Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de  la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.Vista de sala de la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de la artista Florencia Böhtlingk en Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

La activación cultural decidida ahora por Malba Puertos es sumar poesía a la familia Chaile. Tanto con un QR como en forma leída se puede acceder a las lecturas de Daniel Alva, Laura Wittner y Marie Gouric, en diálogo con las esculturas del artista plástico.

La intención del ciclo, que tendrá continuidad y se realiza con Malba Literatura, cuyos cursos son muy reconocidos, tiene como objeto ampliar los significados que el arte que se expone en Malba Puertos lleva consigo.

En la obra de Chaile anida una reflexión sobre la identidad y sobre la familia, así como la monumentalidad dice mucho del lugar que el artista les asigna en su arte.

En el poema de Wittner, el tamaño es una excusa para pensar en el carácter y en los roles familiares. Daniel Alva combina el quechua y el español y busca develar su tradición no solo a través de las tradiciones, sino también de los secretos legados. Y Gouric construye la voz de un dios creador que habla directamente al artista.

La coordinadora de Malba Puertos, Eleonora Jaureguiberry; la artista Florencia Böhtlingk; el coleccionista Eduardo Costantini, fundador de Maba, y su esposa Elina; y la curadora Alejandra Aguado en la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.La coordinadora de Malba Puertos, Eleonora Jaureguiberry; la artista Florencia Böhtlingk; el coleccionista Eduardo Costantini, fundador de Maba, y su esposa Elina; y la curadora Alejandra Aguado en la muestra Juro que todo esto sucedió en un día de Malba Puertos. Foto: Carlos Furman.

La idea es explorar el espacio expositivo y las obras exhibidas desde la palabra. La experiencia resulta atractiva dado que puede leerse y también escucharse en el propio dispositivo a través del código QR que se facilita al ingresar.

Florencia Böhtlingk. Juro que todo esto sucedió en un día. Obras 2010-2024 podrá visitarse hasta el 8 de marzo de 2026 en Malba Puertos. El museo abre al público de jueves a domingo, de 12:00 a 19:00, con entrada libre y gratuita.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

“Belén”, la apuesta argentina rumbo al Oscar y al Goya

La Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina anunció que la película Belén, dirigida y protagonizada...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img