El capturado delincuente peruano Erick Moreno, conocido como ‘El monstruo’, realizó declaraciones tras ser detenido en Paraguay, donde negó su implicancia en secuestros recientes cometidos en Perú y acusó a la Policía Nacional del Perú (PNP) de corrupción y connivencia con bandas criminales.
Moreno, quien mantuvo oculto su rostro durante el contacto con la prensa, expresó: “No soy una persona santa y lo dije muchas veces, pero tampoco soy partícipe de los demás secuestros que se realizaron en mi país”. ’El monstruo’ fue consultado especialmente por el secuestro de una menor, caso que conmovió a la opinión pública peruana, a lo que respondió: “No conozco ese caso y mis enemigos usan mi nombre para lucrar”.
Mencionó explícitamente como principales rivales dentro de la organización criminal a ‘Jorobado’ y Miguel Marín, identificados por él como responsables de usar su identidad como fachada para otros hechos delictivos.
Las declaraciones de Moreno incluyeron una grave denuncia contra la PNP. Según relató el detenido, “La Policía Nacional del Perú es parte de la red delincuencial porque reciben dinero de las bandas criminales”. Esta acusación profundiza el escenario de crisis institucional en el ámbito de la seguridad peruana, donde en los últimos meses varias investigaciones abrieron procesos disciplinarios y judiciales a policías por presuntos nexos con organizaciones delictivas.
En la prisión provisional donde permanece, Moreno solo accedió a conversar con los medios bajo estrictas medidas de seguridad. Además de negar su implicancia en los secuestros recientes, enfatizó que su nombre ha sido utilizado con fines de extorsión por enemigos internos del crimen organizado.
La reciente captura de Erick Luis Moreno Hernández, conocido como ‘El Monstruo’, en San Lorenzo, Paraguay, puso bajo la lupa su historial de modificaciones físicas para eludir a la justicia. La apariencia de Moreno cambió en varias ocasiones durante los últimos años: reportes policiales recogidos por Canal N dieron cuenta de alteraciones en la forma de la nariz, el uso intermitente de barba y diferentes estilos de peinados. Versiones oficiales sospechan que incluso recurrió a intervenciones estéticas y alteraciones de tatuajes para evitar ser identificado en los controles.
Las imágenes obtenidas por las autoridades reflejan el paso de un aspecto juvenil, propio de sus primeros años en el mundo criminal, a una imagen notoriamente transformada tras su detención el 24 de septiembre. Según informaron fuentes policiales de Perú y Paraguay, los registros fotográficos y las descripciones previas fueron claves para comprobar su identidad, proceso que involucró la comparación minuciosa de fotografías y del diseño de sus tatuajes.
La aprehensión, confirmada por la Policía Nacional del Perú (PNP), se logró gracias a una investigación conjunta con las fuerzas de seguridad paraguayas. Moreno fue arrestado en una residencia de condiciones modestas donde habría permanecido menos de una semana. La operación cerró meses de seguimiento, incluyendo la vigilancia de movimientos financieros conectados a su organización, ‘Los Federales’.
Durante su captura, Moreno ofreció un millón de dólares a la policía paraguaya para evitar ser trasladado. Reconocido por liderar una red de extorsión y secuestro, su banda está vinculada a casos de alto impacto en Lima, como el secuestro de empresarias y estudiantes. Nacido en Ica en 1991, comenzó como mototaxista y avanzó hacia una carrera delictiva marcada por condenas por secuestro, homicidio y microcomercialización de drogas. Actualmente, las autoridades peruanas gestionan su extradición para que responda a múltiples cargos en su país de origen.